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El día 4 escribe de nuevo la Reina á Genover, dándole las gracias por haber comprado un breviario á Frare Matheu, encarga que le ofrezca en su nombre un misal y que le diga no estraña que no la escriba porque se hace cargo de que todo tiempo es poco para preparar sus sermones (1). Enfermo pocos días después el Fraile Matheu, la Reina escribe á Pere Bou, á Genover y á los prohombres y jurados de Valencia dándoles instrucciones para el cuidado de su enfermedad y que le insten para que se detenga allí algún tiempo (2). Por cartas anteriores se deduce que Fray Matheu fué oriundo de Sicilia, y nos lo acaba de confirmar otra carta de la Reina escrita en Valencia el día 13 de mayo en la que se refiere al regreso á Sicilia de Frare Matheu. Esta carta dirigida á un tal Fray Francisco expresa que el Rey su esposo cediendo á las instancias de Fray Matheu eligió un sitio donde fundar un monasterio de la observancia de Santa María de Jesús y que el mencionado fraile predicó contra los Franciscanos y discutió con ellos rebatiendo sus principios (3).

En 1427 Mossén Borra continua al lado de Alfonso V, así queda demostrado por una carta que la Reina le escribe desde Valencia el día 4 de junio (4) en la que le ruega le de amenudo noticias del rey, y en sentido festivo le dice que siga las predicaciones del Frare Matheu, para que en caso de volver á embarcarse sea buen marinero y ayudado por las oraciones se libre del temporal. D.a María al final de la carta le encarga escriba á su hermana la infanta (Catalina) que así se lo encarga aquella, y ambas le envían saludos para su esposa madama Agnes. El día último de este mes la Reina eseribe nuevamente á Mossén Borra, le da las gracias por las buenas

(1) Registro 3170, fol. 110.

(2) Registro 3170, fols. 113 y 117.

(3) Registro 3170, fol. 133.

(4) Documento núm. 18.

noticias que le da de su esposo el Rey, y le encarga escriba extensa y frecuentemente según costumbre.

Durante la estancia de la Reina en Valencia hallánse varias cartas dirigidas á Mossén Borra de las cuales se desprende que aquel tenía algo abandonados sus negocios puesto que la Reina, en el estilo festivo en que acostumbraba escribirle le dice que desea verle iluminado con los sermones de Frare Matheu, y así tal vez realizaría los censales que tiene para redimir. Añade la Reina en otra carta, que á fin de que no tenga que abandonar el servicio del Rey le remita poderes suficientes, y que su hermana la infanta (D. Catalina) se ofrece á ser su procuradora y si le confía los poderes, aceptará, para la salvación de su alma. Esta carta fué escrita en Valencia el día 26 del mes de marzo.

En 26 de enero de 1429 hallándose la Reina en Zaragoza (2) escribe á Borra, diciéndole que el rey Alfonso se halla á una jornada de la ciudad á donde va á reunirse con ella, y refiriéndose al anyorament que dice Borra siente le contesta la Reina que su ausencia de la corte, la interpreta ella á celo religioso y á olvido de las vanidades del mundo, y que ya le avisará para el día de le Coronación del rey de Navarra. En 19 de febrero (3) le dice D.a María en el tono de gracejo acostumbrado, que se halla en Zaragoza con el Rey, y que si bien este le escribió que se reuniera con ellos, ella no quiere darle licencia, y que desea ver como se arreglará, si obrará por el cumplimiento del mandato del rey, ó bien por complacerla á ella (4).

De 1429 à 34 ninguna noticia hallamos de Mossén Borra

(1) Documento núm. 17.

(2) Documento núm. 20.

(3) Documento núm. 21.

(4) La correspondencia de la Reina con Mossén Borra hemos creido oportuno publicarla mtegra á fin de que nuestros lectores conozcan el estilo festivo de la virtuosa esposa del rey Alfonso V.

y la correspondencia con la reina queda interrumpida ó cuando menos sin consignar en los registros secretos de la Cancillería. Explicase en parte partiendo del supuesto que Borra saliese con el Rey, para Nápoles cuyo soberano se embarcó en Barcelona el 21 de mayo de 1432; la permanencia de Borra en Nápoles duró unos tres años, pero este espacio de tiempo nos corrobora la opinión expuesta en otro lugar que entonces fué fabricada en Nápoles la plancha de bronce fundido que representa la urna sepulcral de Mossén Borra fabricada según la inscripción en el año de 1433, precisamente en el periodo que pasó en Nápoles Mossén Borra, y de donde debió traer el bronce al siguiente año de 1434. Su regreso á Barcelona, queda demostrado por una carta de la reina, fechada en Tortosa el día 9 de marzo de aquel año, con motivo de remitir á su tesorero Rafael Ferrer una cantidad de pescado savoques y lampresas que debía repartir á varias personas designando entre ellos á Mossén Borra (1).

Del año 1434 al 43 ninguna noticia hallamos en los Archivos oficiales del célebre bufón, y el sólo dato que halla el Sr. D. Manuel de Bofarull se refiere al Archivo particular del Sr. Conde de Sobradiel en donde se custodia un códice titulado Suma de Collations ó de Justaments. lo qual feu scriure Mossen Borra en la ciutat de Valencia demorant ab lo senyor Rey de Navarra é fo acabat lo dit libre á VIII de Mars del any MCCCCXXXVIII. No cabe duda alguna que Mossén Borra participó de las aficiones literarias de la corte de Alfonso V de Aragón apellidado el Sabio, cuyo soberano se vió siempre rodeado de los hombres de ciencias y letras de aquel tiempo no sólo durante su permanencia en Italia si que también en la corte de Aragón. Mossén Borra sin embargo no dejó á la posteridad más que indicios de afi

(1) Archivo de la Corona de Aragón. Registro 3113, fol 122, v.o

ciones literarias y tuvo el buen acierto de mandar copiar para el rey de Navarra la mencionada obra que es un rico testimonio de la lengua catalana. Otra muestra de sus aficiones literarias se ofrece en la vida de Mossén Borra pero nosotros creemos que en esta y en aquélla el bufón fué sólo el colector y que la poesía citada por D. Victor Balaguer que consta en el «Cancionero Catalán de Zaragoza» no fué escrita por Borra y que el autor que se la proporcionó, carecía de buen gusto y numen poético (1). Según expresa el final del códice mencionado Mossén Borra se hallaba en aquel año en compañía del Rey de Navarra quien en aquel entonces ocupaba el cargo de Lugarteniente general de Aragón y Valencia. Después de esta fecha pocas noticias quedan de Mossén Borra, preso al siguiente año de 1435 el rey D. Alfonso en Italia, la corte Aragonesa y la Reina especialmente hallábanse demasiado

(1) D. Víctor Balaguer publicó, bajo sus iniciales solamente, en los páginas del diario El Tetégrafo seis artículos con el títuio de El Cancionero Catalán de Zaragoza, que se conservaba entonces escrito en la biblioteca de aquella Ciudad, y del VI. en el lugar apuntado hemos copiado lo que dice con relación á Mossen Borra.

Seis cantos de Ausias March se leen en seguida, y una composición de Mossén Borra, de quien no creo que hasta el presente se conociese ninguna poesía. La que existe en el Cancionero que estamos estudiando es séria, y no revela en nada el buf in de Alfonso «el Sabio». Tiene diez coplas con «tornada» y «endressa» y estos son sus primeros versos:

O quant es foll / qui tem lo forzat cas

E contraquell/remey es demanat

E qui poder / se trova molt bastant
E nol coneix / pensantlo haver escas.

He aquí ahora la tornada»:

Mare de Deu / à tots los qui creem
Quen tu portás / aquell Crist fill de Deu,
Per consaguent / per nos mori en creu
Fesnos aver/ tanta fe com volem.

Y ahora se me ofrece una duda. El Mossén Borra del códice, es aquel bufón de Alfonso el V sobre el cual debe existir una memoria inedita del canónigo Ripoll en el archivo de la Academia de Buenas letras de Barcelona? ¿Es aquel à quien se dice que Alfonso concedió un famoso privilegio para que pudiese beber de toda clase de vinos, privilegio cuya originalidad, ya que no cuya autenticidad, está bien probada? ¿Es por fin aquel que se ha dicho estar enterrado en un sepulcro de bronce que se ve en el claustro de nuestra Catedral de Barcelona?

Este sepulcro existe y yace en él efectivamente, según reza el epitafio, un «Dominus Borra, miles gloriosus», que debió morir en el año 1433.

El autor del Guía Cicerone de Barcelona» cree que el Borra enterrado en esta sepultura es

preocupados y la correspondencia con el bufón de palacio quedó interrumpida. Desde esta fecha al año de 1440 nada se sabe de Borra y en este año sólo consta según datos presentados por el canónigo Ripoll, que el piadoso Mossén Borra en quince de junio ofreció docientos florines para la fábrica de la bóveda que á la sazón se construía en el claustro de la catedral delante la puerta de la capilla de las once mil vírgenes ahora Santa Lucía y que en el expresado día á fin de asegurar el pago de cien florines que restaba á satisfacer dió en garantía una Biblia en dos volúmenes, escrita sobre pergamino y encuadernada en madera cubierta de cuero picado de oro y dos cierres del mismo metal.

Mossén Borra, no pudo resistir más tiempo, la tranquilidad del hogar doméstico, la vida palaciega y los favores reales le hicieron aspirar á volver al lado del Rey, lo que consigue al fin en 1443. Mossén Borra hizo sus preparativos, Alfonso V le llamaba á Nápoles para continuar sus servicios y á fin de dejar su casa, familia é intereses en buen estado, en 23 de noviembre de aquel año otorga poderes generales á su esposa Inés expresando en ellos, que son para durante la continuación de sus servicios en las partes del reino de Nápoles (1). De su vida en aquella capital nada se sabe y el

el llamado Antonio Tallander, conocido por Mossén Borra. bufón en la corte de Alfonso «el Sabio. V de Aragón. El autor de «Barcelona antigua y moderna» cree por el contrario que no es el bufón, sino un noble caballero padre de aquel sin duda.

Yo puedo añadir un dato, que me parece concluyente, á los que dan ambos autores. Por el registro de Cortes celebradas en Zaragoza el año 1436, se ve haberse destinado una partida de mil sueldos para Mossén Borra «truan». Si vivía pues en 1436 un truan ó bufón llamado Mossen Borra, no podía ser él enterrado en la Catedral de Barcelona tres años antes, ó había de haber dos bufones del mismo nombre y circunstancias. Lo seguro es, que el Borra pensionado en 1436, fué el que figuró ya en 1413 en la coronación de doña Leonor, esposa de don Fernando el de Antequera, de quien dice su contemporáneo Alvar García de Santa María que era «hombre de pequeña estatura. semejante à Bonami y que comía de renta annal mil quinientos florines por ser truan».

Lo difícil, para mí al menos, está en averiguar si son de este Mossen Borra las coplas del Can

cionero.

El Telégrafo, Barcelona 27 Diciembre 1861.-Núm. 718, pág. 9559. (1) Apéndice. Documento núm. 23.

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