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caer tan precipitosamente sobre él, que no le da lugar de escapar de sus garras. Sin pararse en el suelo y aun sin tocar en él, lo aferra y se lo va a comer en el árbol mas inmediato.

El tharu es otra especie de águila muy comun en Chile. Se distingue el macho de la hembra en que aquel es pardo blanquizco, manchado de negro; en su cabeza tiene una especie de corona, o mas bien de cerquillo de fraile, compuesta de plumas negras, mas altas en la circunferencia que en el centro; su pico es de color de carne, pálido, y formado como el de las águilas; sus piés son cuasi perfectamente amarillos, escamosos y armados de cuatro robustas garras. Las plumas de las alas y las de la cola, en la punta, son negras. Es grande, poco mas que un capon. La hembra es un poco menor, no de tan buen talle, de color pardo apagado, y tiene una pequeña cresta. Construyen su nido en los árboles mas altos, de palos, que ponen en forma de parrillas, en cuadro, sobre los que amontonan una gran porcion de lana, de estopa y pluma, sobre la que ponen cinco huevos, blancos, con manchas pardas; se alimentan de todas suertes de animales, de cadáveres, y tambien de langostas, cuando no están completamente satisfechos a su voracidad. Esta ave, en la caza que hace a los otros volátiles, procede traidoramente, porque primero se hace a ellos familiar, entrando y saliendo entre ellos, y cuando con esto ha conseguido que los otros no se guarden de sus asechanzas y los observa mas descuidados, cierra contra ellos. El macho camina siempre con una como afectada gravedad; cuando canta, lo que hace muchas veces, va alzando por grados la cabeza, hasta que viene a tocar con ella la espalda, y así, con el pico hácia arriba, termina su molesta música. Es diversion de los muchachos coger uno de estos vivo, quitarle todas las plumas del cuerpo, ménos las de la cola y alas y soltarlo a volar, porque concurren a picarle muchísimos de su especie, con lo que se arma entre ellos una guerra sangrienta.

A mas de estas especies de águilas, hay en Chile otras dos, la que los indios llaman nancú, que es la fulva europea, y la grande águila llamada calquin. Su cabeza está adornada de una suerte de copete azul; las plumas del cuello, de la espalda y de las alas, son de un negro que tira al azul, las de la cola están rayadas de pardo y negro, las del vientre blancas con manchas pardas. De una y otra crian los campesinos en sus casas para librarse de las culebras y de ratones, y ellas se acostumbran tanto, que, aunque gozan de entera libertad, nunca desamparan las vecindades de las casas donde las han criado desde pequeñas, como se tenga cuidado de darles todos los dias algun poco de carne.

El manque, llamado por los españoles con voz peruana cóndor, es el pájaro mas grande que sustenta el aire y el mas terrible rapiñador. Su cuerpo es mucho mayor que el del águila real, y va vestido de plumas negras, a excepcion de la espalda que va cubierta de blancas. Circunda su cuello, en el macho, un collar de plumas blancas y sobresalientes a las otras del cuello, el cual viniéndole de cerca de la espalda le cae casi sobre el pecho. Toda la osadura de éste, denota su gran fuerza. Su cabeza pequeña y recogida y de un cráneo durísimo, está vestida de plumas cortas y sutiles; el pico es grueso, corvo, negro en su nacimiento y blan

HISTORIA DE CHILE.-LIB. V. -CAP. IX

253 quizco en la punta: tiene tanta fuerza en él que con él saca bocados del cuero de los animales que devora, aunque sea un toro. Sus ojos negros y perspicacísimos, las canillas medio pié de alto, son negras, escamosas y récias, acaban en cuatro dedos robustísimos, el de atras corto y de una sola articulacion y con una garra de casi un jeme de largo. Los otros tres tienen sus articulaciones, y el del medio, que es el mayor, tiene de largo mas de medio pié, comprendida su uña, que es corva; los otros dos son un poco mas cortos y tienen no menos fuertes garras: las plumas maestras de las alas tienen comunmente cerca de tres piés de largo, comprendido el cañon, que pasa de un jeme, y tan grueso como el dedo meñique. La cola es entera y pequeña, respecto del cuerpo; la hembra es inferior al macho y de color oscuro; su cuello no lo adorna el collar; tambien se distingue por una pequeña cresta que le baja de la nuca al pico, de color rojo oscuro. Los manques anidan en las peñas de los montes mas altos de la cordillera, ponen dos huevos blancos, mas gruesos que los de los pavos. Su alimento ordinario es la carne de los animales que hallan muertos o que ellos matan, estando hambrientos. Acometen a las majadas de ovejas, cabras, y hasta los terneros de meses. Al cabo del año es crecido el número que de estas bestias matan. Unidos muchos y extendiendo sus alas forman un cerco, que a medida que se van acercando al animal que quieren matar, lo van etrechando hasta que llegan a los inmediatos de poder con sus picos sacarle los ojos, que es a lo que primero asestan. Si el animal es un ternero, no falta de ellos quien se cuelgue de su lengua al abrir la boca, que el hace para llamar la madre en socorro. Ciego el animal, lo descuartizan en poquísimo tiempo. No se avanzan contra la gente ni contra estos animales cuando los descubren en sus vecindades; con todo, como los ganados en Chile van sueltos siempre en el campo, logran ellos las ocasiones frecuentes de satifacer su voracidad. No basta hacer gruesas matanzas de ellos para disminuir los individuos de una sociedad tan perniciosa, porque lo mismo es poner una bestia muerta en el campo que se les ve concurrir en número innumerable. Con esta ocasion logran los campesinos hacer riza en ellos, porque puesta la bestia dentro de un cerco de palos, ellos entran allí a repletarse, y cuando los consideran así, salen éstos de los escondrijos armados de fuertes bastones, y entran en buen número dando golpes a éste y a aquel con buena suerte, porque ellos, así por su replesion, como por lo estrecho del lugar, no pueden tomar vuelo, el que para tomarlo necesitan prender siempre un poco de carrera con las alas abiertas.

PÁJAROS DE AGUA DULCE

No solo las campiñas, sino tambien los rios y las lagunas de Chile, están habitadas de muchas y diversas especies de pájaros. Los cazadores numeran hasta trece las especies de patos. Es singular entre estos el que llaman pato real, por su grandeza y por la belleza de las manchas de sus plumas. El es mas grande que los patos caseros, y tiene la parte superior de su cuerpo azul, y la inferior parda; su pico está adornado de una cresta grande, roja, y su cuello de un color de bellísimas plumas blancas. Su carne es la mas apreciada entre los de su especie. Estos parece no aman la sociedad, porque ordinariamente no se ven mas de dos juntos, y aunque concurran en una misma laguna no se juntan, sino que discurren pescando, separados de dos en dos. Todas las otras especies viven en sociedad, y frecuentemente se ven en bandadas de seis, de doce y mas pares.

En el género de gansos cuentan las mismas seis especies, en las que hay dos notables, esto es la coscoroba y el cisne. La coscoroba es singular, no solo por su grandeza, sino tambien por la facilidad con que se domestica, aficionándose tanto a aquel que la da de comer, que lo sigue como un perro, por todas partes, y a él se refugia cuando se ve perseguido o teme algun peligro: ella es enteramente blanca, exceptuados los piés y el pico, que son rojos; los ojos son del todo negros. Es fecundísima, pues de una sola vez empolla doce y diez y seis huevos; se nutre de pescados, testáceos, y yerbas acuáticas.

El cisne es de la grandeza del cisne europeo, al que tambien se asemeja mucho en la conformacion de su cuerpo, pero se distingue de él en el color de las plumas, que cubren su cabeza hasta la mitad del cuello, las cuales son de un bellísimo color negro y todas las otras de un blanco reluciente. El plumage inferior es suavísimo, por lo que algunos suelen sacarle entera la piel para hacer regalillos, pero siendo ellos muy gor

dos e ignorando aquellos habitantes el modo de desgrasarla, exhala siempre un olor poco agradable. La hembra produce de cada vez seis, que nunca deja solos, y cuando va a buscar al agua su alimento, en cuyas vecindades fabrica su nido, se los lleva consigo sobre las espaldas. Cuando no crian van siempre solos de dos en dos, y solo concurren a las lagunas grandes, donde se pueden poner en distancia que no les alcance la municion de un fusil.

En el género de gallinas y gallinillas de agua, hay mucha variedad, y tan abundante de individuos, que no hay remansos de rios ni lagunas en que no se vean muchas a un mismo tiempo. Entre estos, es notable uno que algunos españoles llaman gallinilla, y los indios piden. Es todo negro, de la grandeza de un tordo ordinario; tiene los piés altos dos pulgadas y media, el cuello largo, como tambien el pico, que es cilíndrico; en los dedos de los piés no tiene membrana, porque aunque habita los lugares aguosos, no nada sobre el agua. Vive entre los matorrales, de donde sale, sin alejarse mucho, a buscar su alimento, que lo componen diversos insectos. No vuela, aunque sus alas están bien pobladas de plumas. Se le oye cantar de tiempo en tiempo por un breve rato, y cuando uno empieza siguen todos, por lo que los campesinos dicen que da las horas, porque tanto pasa de un canto a otro. Cuando camina, lleva la cabeza y su corta cola levantada, esto es, entera. Su carne es delicadísima y muy blanca.

De esta misma clase, esto es, de amar los lugares húmedos pero no nadar en las aguas, es el piuquen, especie de otarda, aunque mas grande que la europea; su color está compuesto de blanco ceniciento y negro, el blanco ocupa la cabeza y la cola; es cenicienta la parte interior de las alas y todo lo inferior de su cuerpo, y negras las primeras plumas maestras; su cola es corta y la componen diez y ocho plumas; su pico es proporcionado y semejante, por la forma, al de la otarda; sus piés tienen cuatro dedos muy gruesos, el posterior está un poco alto de tierra. Este ama la sociedad, y así concurren en bandadas numerosísimas a buscar su alimento a los lugares bajos y húmedos y no pocas veces a las orillas de las lagunas y de los rios, lo que hace creer que él se nutre, no solo de yerbas, sino tambien de insectos. Jamas se para sobre los árboles. No empieza la procreacion sino cumplidos los tres años, porque su vida ha de pasar de los veinte. Cada vez pone solo seis huevos blancos, mas gruesos que los del ganso. Su carne la hallan no pocos superior en el gusto a la de los patos. El se domestica con gran facilidad y ya algunos han comenzado a criarlo dentro de sus casas en las poseciones.

El theguel está en este mismo órden: ama los lugares húmedos y se nutre de insectos, y jamas se para en los árboles. La grandeza de su cuerpo como de una polla. Tiene las piernas muy altas. La cabeza es negra y adornada de un bajo copete; el cuello, la espalda y la parte anterior de las alas de color de plomo con un poco de dorado; la garganta, hasta la mitad del pecho, negra; el vientre blanco puerco; las plumas de las alas como las de la cola, que es muy corta, de un pardo oscuro; en su frente le sale una carnosidad roja dividida en dos partes; los ojos

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