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HISTORIA DE CHILE.-LIB. V.-CAP. V

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oportunidad de haber hecho todas estas observaciones y otras que él sin duda omite. Yo quisiera que él, usando de la luz de la física natural de que está adornado, nos hubiese dado mas perfecto conocimiento de este singular fenómeno de la naturaleza.

PECES CETÁCEOS

El mar chileno es poco abundante de especies de animales cetáceos. De esta clase solo se conocen las ballenas grandes y pequeñas, los delfines de las tres especies conocidas. La gran ballena, en lengua del país, se distingue con el nombre de yene, y la pequeña o la Boops Ycol. Estas dos especies son comunísimas en aquel mar, y en ciertos tiempos del año se les ve avecindarse a las playas en grandes tropas, especialmente a las bocas de los rios, naturalmente en seguimiento de los peces que vienen a deponer sus huevos. Como los chilenos no se han aplicado a la pesca de estos animales, no se puede saber ciertamente las diferentes especies que de ellos alberga el mar chileno; pero de una u otra que se ha encontrado muerta en sus playas, de lo que los viajantes ingleses de estos últimos tiempos dicen, hay fundamento para creer que en él se anidan todas las especies del mar del norte. De su multitud y grandeza, dice Cook, que era tanta a su pasage por la isla de los Estados, y de un grueso tan grande, que la tripulacion llegó a temer que hiciesen sumergir el bajel. Los naturalistas que lo acompañaban observaron entre ellas la ballena Boops. Pocos años antes de mi partida de Chile, botó el mar una muerta en las costas del archipiélago de Chonos, que tenia 96 piés de largo. El año del 61, en las playas de la Concepcion, otra de mas de 60, que los vecinos de dicha ciudad llamaban ballenato por su pequeñez, y poco despues salió a tierra otra en las playas de Bucalemu, que dos hombres montados a caballo, puestos uno de un lado y otro de otro, no se alcanzaban a ver; finalmente, he visto una costilla de uno de estos animales que tenia 22 piés de largo.

Todo esto he creido deber decir para deshacer la doctrina del justamente célebre Mr. de Buffon, que pretende aun, en sus Epocas de la Naturaleza, que los mares australes no son propios a la procreacion de las

ballenas. Tanta fuerza tiene el atacamiento a un sistema que se ha formado, que en medio de la luz se ve como a ciegas. Nada mas constante que la existencia de estos animales en el Mar del Sur; no hay navío que lo surque, que, arrimándose a sus costas, no lo sigan por mucho trecho y lo encierren persistencialmente. Me maravillo cómo este grande hombre cayó en un error tan grueso y desmentido por cuantos viajan por aquellos mares.

En las islas de Juan Fernandez se encontraba un grueso cetáceo que llamaron vaca marina, el cual, viéndose de contínuo perseguido de los pescadores que lo mataban, ha abandonado las costas de dichas islas. Dicen que en el mar de Arauco se ven aun. La descripcion que hacen dél los pescadores, es tan imperfecta que ni idea se puede formar de este monstruoso animal que ellos llaman ya toro, ya vaca marina.

Otro animal monstruoso, dicen los araucanos hay en algunas lagunas del reino, que llaman Guruvilo, que quiere decir zorra-culebra. De este, dicen, se traga los hombres, por lo que ellos se abstienen de bañarse en las lagunas. No concuerdan sobre su figura. Quien lo hace largo como una serpiente, con la cabeza de zorra, quien cuasi circular, como un cuero de vaca extendido. Yo dudo mucho de la existencia de tal animal, porque, por repetidas observaciones que he hecho en algunas de estas lagunas en que me aseguraban habia de ellos, jamás descubrí cosa que me lo hiciese ni aun imaginar.

PÁJAROS TERRESTRES

No es fácil presentar una justa idea ni de la variedad de especies de pájaros ni de la multitud de individuos de ellos. Hay terrestres, hay habitantes de las aguas dulces y hay pobladores del mar. En la primera clase hay alegrísimos por el canto, hay deliciosos por la carne, hay bellísimos por la pluma. Entre éstos se cuentan muchos que pueden decirse individuos de las especies europeas, aunque, bien considerados, dan motivos para alguna variedad, como son los patos, los gansos, las becasinas, las gallinillas, las garzas, los alcones, los pájaros nocturnos, los cuervos, las torcazas, las tórtolas, los tordos, los zorzales, las perdices, las gallinas domésticas, etc., para calificarlos por otra especie.

La populacion, que así de los mencionados, como de las muchas otras especies que habitan en Chile, es inmensa. Las montañas, las selvas solitarias, las costas deshabitadas, los rios y las lagunas poco frecuentadas del Reino, y, sobre todo, la gran cordillera les facilitan grandemente la propagacion. Ninguna de estas especies es de pasaje en Chile, sino que todo el año pueblan sus campiñas. Lo mas que sucede con algunas expecies es retirarse a la cordillerra el verano a hacer la procreacion sin miedo de que alguno se las pueda impedir. Noventa y dos especies por lo ménos se cuentan en Chile de estos habitantes, de todas las cuales es imposible hablar. Yo me ceñiré a describir solo los mas singulares, dividiéndolos en tres órdenes, esto es, terrestres que no van jamás al agua, terrestres que van a la agua, o que de ordinario habitan los lugares húmedos, y en el tercero los que entran al mar o habitan siempre en él. Bien sé que esta division no es propia de naturalista, pero la hallo mas adaptada a la inteligencia de la mayor parte de mis lectores, lo que creo me basta para dispensarme de escribir sistemáticamente. Hé aquí las mas notables.

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