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DIVISION NATURAL DEL REINO

Toda esta region se divide naturalmente de Septentrion a Mediodia en tres grandes partes. La primera comprende las islas que se hallan en su mar. La segunda, a que mas comunmente se da el nombre de Chile, es aquella faja o lonja de tierras que media entre el Océano Pacífico y la gran Cordillera de los Andes. La tercera abraza todo aquel espacio que ocupa la cadena de dichos Andes. Las islas que componen la primera parte y se hallan situadas en el mar chileno son, primero, las tres Coquimbanas, por estar en la costa de esta provincia. La primera se llama Muguillen, la segunda Totoral y la tercera Pájaros. Todas tres son despobladas y se hallan a grados 27.30 mts.: tienen dos leguas y una milla a dos de circuito. Segundo, las dos llamadas de Juan Fernandez por haber sido el primer poseedor de ellas un particular de Chile de este nombre. Están a grados de latitud 33.42 mts. La primera que se acerca mas al continente, por lo que es llamada de Tierra, tiene de circunferencia 10 leguas. Está habitada de los españoles, que tienen guarnicion para impedir cualquier proyecto de sus enemigos. Dos puertos tiene esta isla de muy buen fondo, pero de mucha peñasquería, por lo que no pocas veces es necesario a las naves que se ancoran en ellos, picar los cables y dejar en su fondo las anclas.

El Lord Anson, que estuvo en ella algun tiempo, la describe como un Paraiso terrestre; pero ella en la realidad es de un terreno miserabilísimo, que nada o poco produce, por lo que ha sido necesario sacar de ella los pobladores, de pura compasion, dejando solo la guarnicion, que se muda con su gefe de tiempo en tiempo. Sin duda el dicho almirante quiso mostrarse agradecido a esta isla, donde llegó derrotado, por el buen recibimiento que le hizo y restablecimiento de toda su gente, que entró en ella pereciendo; porque, a decir la verdad, no se halla ni sombra de mérito para tanto elogio como hace de ella, Por otra parte, no se descubre en todo su viage, por qué razon haya ponderado la fertilidad de que ca

rece, de la amenidad que no tiene; pues poco verde se vee por las quebradas de sus montes peñascosos. Para él fué célebre, pues se repuso en ella; fué fértil, pues encontró carnes de cabras de que alimentarse y proveerse para lo restante de su navegacion; fué amena, porque estando sus dos naves para afondarse, tuvo la oportunidad allí de acomodar una, en la que despues se hizo a la vela; fué, finalmente, rica, porque, restablecido en ella, tuvo la fortuna de encontrarse con el Galeon de Filipinas, apresándolo, y entrar rico y triunfante en Inglaterra. Hubiese limitado sus elogios a estos accidentes de fortuna, no hubiera llenado el mundo de falsedades. La segunda isla llamada de Mas-afuera es mucho menor y hasta ahora se mantiene despoblada. La tercera, es un grande escollo mas ántes que una isla susceptible de pobladores, y es la que se halla en el grado 35.41 mts. con el nombre de Carama. La cuarta es la isla de la Quiriquina que está en la Boca de la Barra de la Concepcion en grados 36.42 mts. Tiene cerca de legua y media de largo. Es perteneciente a un vecino de la Concepcion a quien fruta no poco y frutará mucho mas si el interés propio estuviera mejor entendido en Chile, porque tiene proporcion para todo. La quinta es la de Talca, llamada por los españoles Santa Maria, que está situada en 37 grados 11 mts. de latitud: le dan el mismo largo que a la antecedente. Tiene un buen puerto, y su terreno, que es la mayor parte plano, es nada inferior al de la Quiriquina. Pertenece a su Magestad Católica, en cuyo nombre la arriendan sus oficiales de la Real Casa de la Concepcion. La sesta es la Mocha, en grados 38.37 mts. Esta es la mas bella y fértil isla que tenga el Reino. Tiene de circunferencia veinte leguas. En el siglo pasado estuvo muy poblada, pero al presente se halla del todo desierta, por haber sacado de ella los españoles a los indios y dádoles tierras en sus distritos. Séptima, el Archipiélago de Chilihue, el cual juntamente con el de Chonos, que es una dependencia, contiene ochenta y dos islas habitadas por la mayor parte de los españoles y de los indios naturales. Se halla este archipiélago entre los grados 45 y 50 mts. y 45 de latitud, y entre los 303 y 305 de longitud. La mas grande de dichas islas llamada Chilihue, que comunica su nombre a todo el Archipiélago, se extiende de largo setenta y dos leguas, y tiene por capital la ciudad de Castro, en grados 41-58 de latitud y 303-15 de longitud. En otro lugar, en que hablaré mas en particular de ese Archipiélago, pondré bajo los ojos del lector un mapa particular, y una carta de marear de dicho archipiélago. Todas estas islas del mar chileno están poco distantes de la costa, á escepcion de las de Juan Fernandez, la primera de las cuales se aleja de ella ciento veinticinco leguas, y la otra ciento cuarenta.

PARTE MEDITERRÁNEA DEL REINO

La faja o lonja de tierra que compone la segunda parte de la region natural del Reino, es la parte de que principalmente pretendo hablar, como la parte mas habitada y disputada en su posesion, la mas conocida y la que por lo presente constituye el mérito principal de esta region de la América Meridional, para distinguirla no solo de todas las otras partes de la América Meridional, sino de la Septentrional, y aun de todo el restante del Universo. Su ancho no es igual en toda su extension. En algunas partes llega a doscientas cincuenta leguas, (sic) en otras a treinta, y en algunas viene a estrechar tanto que apenas tiene siete leguas, principalmente hacia la parte Austral estrema, donde viene la cordillera a sepultarse en el mar. Divídese esta parte en marítima y mediterránea. La primera la componen tres cadenas de montes paralelos a los Andes, y algunos tan altos como que quisiesen disputar esta prerrogativa a los de la cordillera, señalándose entre estos el monte San Benito, desde donde empieza la jurisdiccion de Chile por su parte Septentrional, en veinte y cuatro grados de latitud. El monte La Campana en 33. El monte Antalicano y el Guanauca, coronado de un volcan, en poco mas de 45 grados. En medio de ellos se encuentran muchos valles, grandes, bellos y muy amenos, regados de bellísisimos rios, arroyos y manantiales.

Para el comercio marítimo tiene muchos y buenos puertos. De los ya reconocidos los mas célebres son: el de la Virgen, en 20 y cerca de medio grados: el de Copiapó en cerca de 27; el de Guasco en cerca de 28; el de Coquimbo en cerca de 30; el Papudo en poco mas de 32; el de Quintero cerca del 33; el de Valparaiso en 35; San Antonio pocos minutos mas adelante; el de Topocalma cerca del 34; la Natividad en 34; la Herradura, la Concepcion y San Vicente entre el 36 y 37; el de Valdivia cerca del 40; Chacao en el Archipiélago de Chilihue casi tocando en el de 42. Muchos de estos puertos, aunque en sí buenos, que se puede decir y afirmar sin miedo de ser contradicho, que son los mejores del Reino por su fondo y

seguridad, están aun sin ser habitados de los españoles, ni frecuentados de los navegantes. De esta clase son el de la Vírgen, el de Copiapó, el Papudo y el de San Antonio, el de Topocalma, el de la Natividad y el de la Herradura.

La parte mediterránea, bien que ella tenga interpoladamente algunas colinas y montes, es plana y dichos montes y colinas no le sirven síno para hacer resaltar o sobresalir mas la amenidad de sus siempre alegrísimas campiñas. A la verdad, ninguna cosa se puede presentar a la vista de un viajante que pueda recrear mas su ánimo, que no le presenten estas deliciosas campiñas en su verde constante y perpétuo, en la variedad indefinida de sus vegetales, en el verde delicioso de sus plantas, hierbas y vistosísima variedad de flores aromáticas que aumentan a la luz de una atmósfera constantemente serena su hermosura y explendor. En los fresquísimos bosques cargados de frutos propios del país y regados de manantiales de agua fresquísima y cristalina. En la infinita diversidad de aves, así en número como en especie, que con su delicioso canto parece que están rindiendo a la amenidad del terreno en que viven el tributo de sus gorgeos. A esto se agrega la seguridad con que se camina por estas campiñas, sin el mas mínimo recelo de encontrar con bestia alguna nociva que pueda funestar el viage del pasajero. En suma, no parece sino que allí todos los objetos que se ven, se oyen y se tocan no conspiran a otra cosa que a convertir en inocentes delicias, las precisas e indispensables molestias de un viage, obligándolo asímismo con una oculta fuerza o violencia a levantar sus pensamientos así al cielo, para rendirle mil homenajes de gratitud al Criador de tantas maravillas. Tal es el cuadro que creo debo hacer de estas campiñas, y que espero demostrarlo en el discurso de esta obra. Tal vez alguno creerá que proposicion tan avanzada sea mas efecto de la ciega pasion de la Patria que fundada en la realidad y verdad. Yo protesto que cuando me resolví a tomar este trabajo, me propuse mirar el país que describo, como que no fuese en él nacido, para proceder en la narracion de sus buenas prerrogativas y cualidades con aquella imparcialidad, que pide la sinceridad de una historia. En prueba de la ingenuidad de esta mi protesta, no ocultaré ninguna de aquellas cosas, que lo puedan degradar del sublime grado a que parece lo he levantado, describiendo generalmente sus campiñas. A mas de esto, en comprobacion de la verdad de mi dicho en lo que ceda en alabanza suya, me remitiré al testimonio de autores extrangeros de quienes no se puede sospechar ni aun el mas mínimo espíritu de parcialidad.

ANDES O CORDILLERA

La tercera parte del Reino es la que compone la grande y vastísima montaña de los Andes. Se cree la montaña mas alta de todo el mundo, y aunque esto se la pudiese disputar, su estension es cosa fuera de duda que es la mayor. Ella se estiende desde el Estrecho Magallánico hasta el Golfo Mejicano, conviniendo ya todos los autores que los montes nevados de la América Septentrional no sean otra cosa, sino una continuacion de la misma cadena de que se compone en la Meridional esta montaña. Donde pertenece a Chile tiene cerca de cuarenta leguas de ancho. Ella está compuesta de montes altísimos encadenados los unos con los otros, algunos de despeñaderos y precipicios espantosos. Forma por cuasi toda la estension de Chile como tres cadenas de montes, dejando entre medio de las dos colaterales como dos valles pararelos a dichas cadenas, pero frecuentemente cortados de montes que, de una y otra colateral se van a unir con la del medio, que es la principal y la mas alta. Estos valles son muy amenos, abundantes de pastos excelentes y regados por muchos rios y ojos de agua que se precipitan con gran rumor de las eminencias de los montes.

De dichos valles, el que mira a la parte del poniente, lo poseen los chilenos, y el que está a la banda contraria los cuyanos, y unos y otros les dan el nombre de Potreros, porque en ellos encierran sus potros, mulas y caballos, para que allí, con la excelencia de los pastos, se crien gordos y lozanos, y para que las uñas o vasos de dichos animales adquieran mayor consistencia y dureza para resistir despues el trabajo. Y en efecto, se esperimenta que los que aquí se crian son muchos mas fuertes en esta parte que los que se crian fuera de estos lugares; pues sin herraduras resisten maravillosamente a infinitas correrías en que los emplean sus respectivos dueños. Aprovéchanse tambien de estos valles metiendo en ellos los ganados vacunos en tiempo de invierno, cuando en las llanuras de Chile escasean los pastos, y a la primavera los retiran gordos

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