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El salitre es mas notorio y no ignorado de aquellos habitantes; pero, con todo, no hacen de él el uso que debian. Muchos territorios lo manifiestan claramente, pero muy en particular el territorio de la ciudad de Coquimbo. Este, en muchas partes se cubre de salitre bien cristalizado, y alto una o dos pulgadas. Todo este terreno está compuesto de una tierra margosa y porosa. Casi lo mismo sucede en Copiapó y Melipilla, y muchos otros lugares del Reino. Creo bien que no todo lo que los naturales llaman salitre, lo sea verdaderamente, porque no teniendo ellos bastantes luces para distinguir el nitro del salitre, a la sal alcali-terrosa mezclada de ordinario con la sal marina, o con la sal alcálivolatil, a la que ellos igualmente dan el nombre de nitro o salitre.

El alumbre, ramo interesantísimo en el comercio, podia en Chile ocupar las manos de todos sus habitantes, atento la gran cantidad de minas que de este fosil se encuentra en él. Fuera del alumbre comun y de aquel compuesto de hilos derechos, cristalinos, y que fácilmente se separan, denominado alumbre de pluma, hoy dia carísimo en Europa, presenta Chile un excelente alumbre, en una piedra medio cristalizada, friable, de un grano fino, de sabor vitriólico o restringente, y de color blanco pálido. Esta llaman los naturales polcura: ella se halla en muchas partes del Reino. El rio Maipo, a poco que él crece, lleva mucha de esta polcura, con sus corrientes, que va deponiendo en sus márgenes. Con ella preparan los naturales sus lanas, antes de darlas color alguno, no usándola en cantidad, porque, excediendo, la quema, lo que es señal cierta que ella contiene mucho vitriolo. Aunque esta polcura tenga la consistencia de marga blanca, no contiene cosa alguna de calcáreo, por lo que se debe decir, que ella es una arcilla embebida de un ácido vitriólico. Sin embargo que de esta piedra se sirvan para preparar sus lanas para los colores, como de alumbre, y conozcan por la experiencia que ella contenga mucha de esta sal, ni hacen comercio de ella, ni se han aplicado a extraer el alumbre, lo que podia traerles grande utilidad en el tráfico. Tienen tambien otra piedra del mismo género que la polcura, pero no tan fina, y que la usan menos. Se diferencia de la verdadera polcura en que no es alterada de partícula alguna metálica, y esta otra es piriticosa y abundante en azufre, por lo que inclina mucho al amarillo.

Finalmente, todas las cuatro especies principales de vitriolo se hallan en Chile, esto es, el vitriolo blanco, llamado alcaparrosa blanca, el verde o marcial, el azul, o de chipre, y el mixto, como el romano. No debe esto tenerse por exageracion, ni causa maravilla a quien sabe de que materias y como sucede la cristalizacion de esta sal. Primeramente, cuantas sustancias metálicas se hallan disolubles del ácido vitriólico, son otras tantas especies de vitriolos naturales. Lo segundo, cuando la pirita sulfúrea cae en eflorescencia por medio del contacto del aire y de la humedad, su azufre se destruye, y entonces se hace la vitriolizacion; de aquí lo tercero: si ésta sal, que es ácida, encuentra en el estado de su disolucion una especie de tierra arcillosa, resulta de ella el alumbre; si, por el contrario, encuentra del zingo, ella producirá por vía de la natural evaporizacion, la alcaparrosa blanca o el vitriolo blanco; si el licor vitriólico haya encontrado cobre, resultará el vitriolo azul o de chipre; si el

HISTORIA DE CHILE.-LIB. IV.-CAP. III

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mismo licor venga a acompañarse con el hierro, vendrá de ello un vitriolo verde marcial, o la alcaparrosa verde; si, finalmente, sin haberse despojado del todo del azufre, se incorpora con el hierro, vendrá un vitriolo mixto, como el romano; ahora pues, en un Reino tan abundante de materias metálicas, ¿qué dificultad puede haber de estas y otras muchas combinaciones? Lo cierto es que en Chile se hallan, tanto en estado de cristalizacion o de estalactitas, cuanto en flor en las respectivas minas, y aun en campaña abierta.

DIVERSOS BETUMES DE CHILE

Los muchos volcanes, siempre ardientes que se ven en Chile, muestran la inmensa materia inflamable que contienen las entrañas de sus montes. Estos con el calor que producen en la tierra los mismos volcanes y los fuegos subterráneos, la hace venir fuera de sus entrañas y manifestarse en muchos lugares del Reino. Se encuentran de los líquidos, como el petróleo, o aceite de piedra, de los sólidos, como el succino azabache, asfalto, y el carbon de tierra, y de los moles, como el pisafalto. De estos se recoge una pez negra, que tiene algo del azul, dentro del territorio de los peguenches, para embrear los odres y las vasijas del vino, pero es necesario mezclarla con la brea natural de Coquimbo, porque sola comunica al licor un amargo intolerable. Esta, expuesta al fuego, exhala un olor grato muy semejante al del ámbar amarillo, por lo que no se puede decir que él sea un pisafalto natural, ni un betume de Babilonia. Yo creeré que él sea una especie de betume indaico; porque lo hallo muy análogo al que se saca de la laguna Asfaltite, en la Palestina. Sea de esto lo que fuere, lo cierto es que éste betume es propísimo para las embarcaciones, y ojalá aquellos habitantes extragesen mas y se supiesen aprovechar de él, como hacen las naciones del mundo, con alguna de las especies de que tienen de estos betumes.

Del petróleo, que en muchas de sus fuentes se ve nadar, del azabache, de que se halla gran copia en las provincias araucanas y en tierras de los españoles, y el carbon fósil, de que abunda el territorio de la ciudad de la Concepcion, no son objetos que les hayan merecido las mas mínima atencion. Los han mirado hasta ahora como materias indiferentes, porque han ignorado el uso que de ellos hacen las artes. Una vez que se les haga ver, me persuado que no dejarán perder estas utilísimas producciones.

Lo mismo sucederia con el ámbar grís que bota el mar en las costas de Arauco e islas del Archipiélago, si su fragancia no les hubiese dado incentivo a recogerlo. Cuando viene fuera del agua, él es negro, pónese despues pardo, y últimamente ceniciento, y oloroso por medio del calor del sol. Muchas veces el está enterrado en la arena con las resacas del mar; pero su olor, que perciben los perros, lo manifiestan al que anda en busca de él. Los indios llaman este betume meyenc, esto es, excremento de ballena, como que pretendiesen acomodarse a la antigua opinion sobre el orijen de este precioso betume.

No se puede dudar que hayan tambien minas de succino o ámbar amarillo, porque no pocas veces se han encontrado en las riberas del mar algunos pedazos de este útil betume, principalmente despues de algunas borrascas.

Siendo el azufre una sustancia que se arrima mas a la naturaleza de los betumes, que a cualquiera otra sustancia metálica, debe este colocarse en esta clase. Ninguna materia mas frecuente ni mas abundante en Chile que ésta, y así como él en su districto cuenta mas volcanes que ningun otro país, asi tambien ninguno mas abundante de este betume. Por todo él se encuentran minas interminables, y se debe decir que en las erupciones, que de cuando en cuando hacen dichos volcanes, se forman muchas de nuevo. En la provincia de Copiapó se hallan dos grandísimos montes, que no están compuestos de otra cosa sino de azufre cristalizado y puro, de manera que no hay necesidad de purgarlo. Se debe creer que dichas minas hubiesen sido formadas de algunas grandes erupciones volcánicas, con las que ellos se hubiesen acabado, porque presentemente no existe alguno en aquellas vecindades. Yo ya dejo indicada otra mina de esto mismo en la provincia de Coquimbo, no menos puro que este. En una palabra, las minas de esta sustancia son tan universales en Chile, que en sus cordilleras raro será el valle donde no se encuentre una. Hácese de esta materia algun comercio en Chile.

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