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muy diversas, las facciones de sus rostros y cuerpos, como tambien parecen diversas las dotes del ánimo, segun que nos las han descripto los viajantes por el Estrecho y segun se verá en lo sucesivo de nuestra Historia, quando se trate de los habitantes de lo que he llamado Chile. No es la dominacion española la que debe dar la estension, sino la uniformidad de Gobierno, la semejanza total de costumbres, la dilatacion de una misma primitiva nacion, de una misma lengua en sus primeros habitantes, esto es lo que debe determinar sus confines. En suma, no debe tenerse por Chile, sino lo que estos llamaron con este nombre y lo que ellos habitaron. A lo que yo, pues, he limitado es a quien solo convienen estas propiedades; porque en solo este distrito se halla una lengua, se nota un mismo gobierno, y se observan unas mismas costumbres. Los confines pues del Chile proprios son: al occidente, el mar Pacífico que por toda esta parte baña todo el largo de su costa, y le presenta la mas bella oportunidad para el mas florido comercio con otras naciones, a motivo de los muchos puertos, bahías y radas que tiene. Al septentrion, el Perú por medio de unos despoblados vastísimos, que siempre le servirán de barrera para cualquiera invasion de enemigos por esta parte, por ser estos unos arenales muertos y sin agua. Al oriente, el Tucuman, Cuyo y las tierras Patagónicas, de todas las cuales regiones lo separa perfectamente la gran cordillera ó montaña de los Andes.

NOMBRE DEL REINO Y SU DERIVACION

A este Reino le dió nombre de Nueva Estremadura su primer estable Conquistador, pero ha siempre prevalecido el que tenia antecedentemente a la entrada de los españoles. Los autores que escriben sobre la América traen su orígen de cosas que, a la verdad, bien consideradas, podriamos decir que se las han fingido. Quien del significado de la palabra Chile (que pretenden sea frio) ha pensado darle la denominacion, apoyando esta su opinion con lo sucedido a Almagro en la entrada a este Reino, y lo que sucede con los que pasan la cordillera en mal tiempo; pero esto es falso y muy mal entendido, porque ni Almagro se le murió tanta gente por causa del frio, sino por falta de provisiones, ni tampoco todo el Reino es cordillera. Quien otro pretende sacar su denominacion de un rio; un otro de un valle así nombrado, pero esto, como luego veremos, es insubsistente. Otros recurren a varias otras etimologías falsas por arbitrarias, y que se fundan en tan débiles fundamentos que por sí mismas caen. Los autores que así discurren, pretendiendo hacer moderno este nombre, no han tenido la bondad de dejarnos escrito el nombre primitivo o antiguo de este país. Él ciertamente no debia ser anónimo antes de la entrada en él de los españoles.

¿Quién no concede que bajo alguna denominacion debieron los españoles haber sido avisados de su existencia? ¿Tan presto habia ella quedado sepultada que no la pudiesen averiguar? Si a estos se les ocultó, no le sucedió así al Inca Garcilazo que en sus Comentarios del Perú nos dejó dicho que los peruanos dieron la noticia de este país rico y ameno bajo la denominacion de Chile. Si para escribir se consultasen los autores mas inmediatos a los tiempos de la conquista, ciertamente no se caeria en errores tan grandes. Los autores estrangeros no me maravillo hayan ido tan errados en este punto como tambien en otros; pues de regiones remotas trascriben lo que hallan escrito en autores acreditados; pero sí me sorprende que autores que han escrito en el Reino, y que se muestran

versados en la lengua del país, hayan errado en esto tan groseramente pretendiendo que el nombre de Chile se lo hayan dado los primeros españoles que entraron en él, del nombre del primer valle de que se emposesaron. Era preciso decir que éstos entraron ciegos, sin saber el nombre del país que intentaban conquistar, lo que es muy contrario a lo que ellos mismos escriben. Sabian que era un país rico de metales, benigno de temperamento, poblado de gente robusta, fuerte y valerosa, que habian resistido intrépidos al gran poder del Emperador del Perú. Todo esto y otras mas particularidades sabian de los peruanos, y será creible no les hubiesen informado del nombre de la region? No lo podian ignorar los peruanos, pues tenian una parte de dominacion adquirida en dicho Reino. No habia de estar hasta entónces anónimo, pues para recobrar los tributos y ponerlos en manos de su soberano debian decir de qué provincia venian; luego debia tener su propio nombre, y yo digo que no era otro que el de Chile, y éste puesto por sus mismos habitantes.

Para convencer esta verdad basta discurrir ligeramente sobre varios vocablos de la lengua chilena: estas palabras chilimaque, chili-dugu, chilihueque, chili-hue y otras muchas que no deben ignorar estos autores, hablo particularmente con el señor abate don Miguel Olivares, último historiador de Chile, con don Pedro de Figueroa, ámbos chilenos, con el Padre Diego Rosales, misionero que fué en Chile muchos años, todos los cuales no pueden ignorar la lengua chilena y por consiguiente deben saber muy bien que chili-mapu significa territorio de Chile; chili-hueque, oveja de Chile; chili-hue, provincia o parte de Chile. Ni tampoco pueden ignorar que las sobredichas palabras no sean del vocabulario chileno, como ni otras infinitas que hay del mismo tenor, ni ménos que ellas no espresen característicamente el obgeto de su significacion. Si tales, pues, son y de tal fuerza las razones que llevo espresadas, no podrá estrañarse que yo me maraville cómo dichos escritores pudieron disimularlas y pasar sobre ellas tan de ligero; y así en fuerza de ellas debe decirse que Chili o Chile fué y es el verdadero nombre de esta region de la América. No queda otro refugio a estos escritores que el decir que estas palabras son posteriores a la entrada de los españoles e inventadas por los mismos. Ciertamente fuera buen refugio, si él pudiera fundarse o si se le pudiera dar por lo menos alguna sombra de probabilidad. Estas voces las usa toda la nacion araucana y hasta en lo mas remoto de las cordilleras, quiero decir hasta entre aquellas tríbus de esta nacion las mas remotas del comercio y trato con los españoles, y aun tambien las confinantes por la parte de los patagones y tierras magallánicas distinguen con el mismo nombre de «Chile» las producciones y los naturales de este país, lo que no deja lugar a duda ninguna en órden a creer de que dicha apelacion tiene su orígen de estos y no de aquellos. ¿Ignoran acaso estos autores que cuando entró Gamboa en el Archipiélago de Chili-hue, él tenia este nombre y que no de otra suerte lo llamaban los del continente y sus habitadores isleños? Si otro nombre hubiese tenido, ellos hubieran sabido conservar su memoria, tanto los españoles como los indios, y de unos y otros ahora sabriamos el legítimo y verdadero nombre de todo el Reino, cuya lengua general hablaban y hablan estos isleños, teniéndose por

HISTORIA DE CHILE.-LIB. I.-CAP. II

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descendientes de los del continente. De esto y del significado de la voz Chili-hue debe concluirse que la palabra Chile es originaria del Perú y que la denominacion de él con esta voz, no es de los españoles, sino de sus primeros pobladores.

Fuera de esto, yo lo conjeturo de una inmemorial costumbre en ellos constantísima de dar los nombres á los lugares y a las cosas significativas o espresivas de alguna excelencia o prerrogativa general, o en número, o en especie en que las mismas cosas suelen distinguirse o hacerse notables, como por ejemplo: a un rio lo llaman Peumo porque nace o corre entre un mayor número de estos árboles así llamados, que de otros que no son de tal especie; Huilli-Patagua llaman un lugar porque en su distrito abunda la especie de árboles que ellos llaman con este nombre. Chanchu, cochino, (omitiendo otros ejemplares) porque pronunciando esta voz se imaginan espresar o imitar en alguna manera el rumor que hace comiendo este animal. Esto que es indubitable en quien está medianamente instruido en las costumbres de estos indios, me hace congeturar, que la denominacion Chile venga del nombre con que ellos llaman una cierta especie de tordos, de que abunda el Reino sobre todas las otras aves que pueblan prodigiosamente el país, llamándolos Thriles o Chiles porque la Th, particular de su alfabeto, la mudan muchas veces en chi, y siendo esta mas suave a la pronunciacion española, se adaptaron a ella nuestros primeros españoles, y ellos tambien no hallándola en nada contraria a su nativo dialecto, la han abrazado usando de la voz «chile» en lugar de la dura pronunciacion del Thrile, mas por el motivo de perfeccionar la propia lengua a que siempre anhelan, que por adulacion a los españoles. Esta mi congetura no la doy por cierta, ni por incontrastable, porque no ignoro, que muchas circunstancias que me pueden ser desconocidas, son y han sido bastantes para dar nombre a alguna region. Pero en tanto que no me hagan ver éstas, fundadas en mayor probabilidad que as que hasta aquí se han dado para deducir el origen del nombre de Chile que se da al Reino todo; yo siempre sustentaré que no viene (como se pretende) del nombre del primer valle conquistado por los españoles, ni del rio llamado con este nombre; sino que tendré por mas verosímil esta congetura.

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