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en otros reinos que saben apreciar las utilidades de los vegetables, tales serian el yuto, de cuya raiz tuburculosa hacen una harina blanquísima, o por mejor decir un almidon, pues lo sacan del mismo modo que aquel de papas, ligero, nutritivo y tan sano que los médicos lo ordenan a los enfermos. Los yuyos, que es una planta muy parecida en la figura de su hoja, ramazon y aun en el gusto algo picante, al rábano, de que se sirven para mezclar con la carne: los bledos, expecie de penacho de que hacen, estando aun tiernos, unas gustosas ensaladas y mezclan tambien con la carne. De esta planta yo hallo se puede sacar un color bellísimo pavonazo, porque deshecha en agua su primera corteza, ella la tine de color rojo morado, de modo que con ella tiñen la masa de que han de hacer las hostias para cartas. Seria nunca acabar si hubiese solo de hacer mencion de todas las plantas alimentares de que usan los naturales del reino, y fuera de mi propósito, que es de no hablar sino de lo que se puede sacar algun fondo de expecial utilidad o ramo de comercio.

PLANTAS MEDICINALES

Si Chile es tan liberal en proveer de alimentos a sus habitantes, él no es ménos benéfico en suministrar antídotos contra las enfermedades de sus patriotas. De solo su reino vegetable, en la clase sola de las plantas, están conocidas mas de doscientas medicinales, de las que yo registraré aquí aquellas solo mas estimadas, y que hacen ya un ramo de comercio activo de aquel Reino con los de afuera. Hay muchas que, porque la noticia de sus excelentes propiedades está limitada, su uso está entre algunos pocos españoles del Reino. No dejaré, por lo ménos, de seguir de ellas su catálogo, indicando a qué enfermedades se aplican. Del primer órden son el cachanlahuen, la viravira, la retamilla, el paico y el quinchamali; del segundo, el guadalahuen, la pichoa, el clinchin, el guilno, el diucalahuen, el sandilahuen, el corecore, el nilgue.

El cachanlahuen es planta tan propia de Chile que hasta el presente no se ha hallado en otra parte. Los que la han creido mas universal, ha sido porque la han confundido con la centaura menor, bajo cuyo género él está. Se distingue, pues, de ésta en su tronco, que es redondo, en sus ramas que son opuestas dos a dos y que van cuasi horizontalmente en sus hojas, que no tienen sino un nervio, y en otras diferencias ménos visibles. Su nombre significa una de sus virtudes, o el mal contra quien lo aplican; conviene a saber, yerba contra el mal de puntada, contra el cual es prodigiosísimo. Esta planta es extremamente amarga; su infusion es un remedio aperitivo y sudorífico, es purgante, fortifica el estómago, mata las lombrices, destierra las tercianas, y modera el hervor de la sangre, y así casi no hay enfermedad en que el cachanlahuen no se aplique. Este se da por todo el Reino, pero en mayor abundancia a lo largo de sus costas. Se cree tambien mas activo el que se da en las colinas, que el que se coge en los valles. Sácase de él mucho para el Perú, y los navegantes para Europa hacen de él una buena provision, como un preservativo muy eficaz del escorbuto.

La viravira, especie de nafalio muy aromático, es provechosísima en las calenturas intermitentes, en los resfriados y constipados; tomada a manera de té hace sudar copiosamente, su bebida no tiene nada de desagradable, sino todo lo contrario, por lo que no la repugnan ni aun los paladares mas delicados. Las hojas de esta planta son de tal suerte peludas, que parecen a la vista y al tacto cubiertas de algodon; sus flores son abiertas, flecudas, de color de oro, están puestas en número de tres o cuatro en el remate de sus ramas; sus semillas se asemejan a aquellas de la stachar. citrina. Ama los lugares montuosos y áridos, pues donde se le ve vegetar mejor es en los montes pelados y en las barrancas peinadas. No pierde nada de sus admirables virtudes por haber sido guardada seca por mucho tiempo, como ni de su grato olor; lo que concurre para que ella se extraiga del Reino con la misma estimacion que en él tiene, y se experimenten del mismo modo que en Chile sus prontos efectos.

La retamilla, llamada así por los españoles porque creyeron hallarle alguna semejanza con el retamo, y por los del país nanculahuen, esto es, yerba medicinal del águila, porque, por ventura han notado que esta ave se sirve de ella en sus indisposiciones; es como un suplemento de la viravira para los que creen esta última mas eficaz, y para con otros, que son no pocos, es preferida a esa otra, aunque no sea de tan agradable gusto como la viravira en los constipados y resfriados. Nace esta planta de ordinario en las faldas de las colinas y de los montes; su raíz es vivaz y muy larga, hace muchas ramas con hojas alternas y recortadas y pequeñas, de verde oscuro, de cuyo color es su tronco; sus flores son amarillas, de cinco pétalos, puestos de dos en dos sobre un piececillo comun; de su pistilo se forma un ramo o boton cerrado membranoso, de figura pentágona, en el que se contienen muchas semillas pequeñas.

El paico, bajo cuyo nombre chileno, hoy dia tratan en sus escritos los médicos, es llamado por algunos té de tercera especie, pero él no es de este género, sino del de la erniaria, a la cual es muy semejante. Produce como ésta muchos troncos extendidos por tierra y vestidos de pequeñas hojas ovales, pero cortadas todas en contorno de su giro, a manera de sierra, y unidas a las ramas sin pié o solas; sus flores son estambres y muchísimas, como tambien sus semillas, las que se hallan encerradas dentro de un vaso esférico. Toda la planta es de un color verde pálido, y despide un olor fuerte poco grato al olfato; su decoccion es eficaz contra los males del estómago y las indigestiones y ayuda mucho en la pleuresía. Ama esta planta los lugares bajos y húmedos, como no lo sean demasiadamente.

El quinchamali forma por sí solo un nuevo género en el reino vegetable. Crece esta planta con muchos troncos, altos nueve pulgadas, con hojas alternas semejantes a las de la linaria aureatragi y con flores amarillas en forma de tubo, divididas en cinco partes, de figura oval como aquellas del jazmin, y dispuestas en espigas a modo de quitasol en las extremidades de sus ramas; sus semillas negras lenticulares vienen en un vaso esférico de tres divisiones. Aplican dicha yerba a los que han recibido algun gran golpe de alguna caida de caballo, o accidente semejante, y en suma, siempre que pueden temer de algun mal interno se les

HISTORIA DE CHILE.-LIB. III.-CAP. II

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obliga a beber el jugo del quinchamalí sacado por expresion o por decoccion, el cual, como lo enseñan repetidas experiencias, es eficacísimo para disolver y hacer expeler la sangre machucada o extravasada y tambien para cerrar las heridas internas.

Cuando esta no ha bastado o no ha hecho el deseado efecto, que será cosa muy rara, o por mejor decir, cuando no se usó a tiempo, que pudiese impedir que la herida o contusion formase alguna postema interna, lo que se pueda inferir por algunos indicantes de ella, recurren a la otra conocida yerba guadalahuen, llamada por los españoles yerba de San Juan. Se encuentra en los mismos lugares que el quinchamali. Esta yerba es muy pequeña: sus hojas son cubiertas de una especie de lana blanquizca, y su flor es grande y blanca, de solas cuatro hojas, cada una separada de la otra, hasta dentro del cáliz, que las contiene a todas. En medio del fondo de éste sale el pistilo, o una prominencia de figura cónica, donde se forman dos semillas negras. Con esta planta se han experimentado efectos maravillosos, que seria cosa larguísima referir. Pocos años ha que se conoce con esta sorprendente virtud, porque los indios poseedores de las virtudes de infinitos vegetables, tenian aun en profundo secreto el de dicha yerba, como el de muchas otras. Un acto de reconocencia y de compasion hizo en ellos descubrir este secreto. Cógense dos o tres plantas de esta yerba, y lavadas sus raices, se ponen en una olla a hervir en agua, con dos o tres puños de sal; cuando la agua ha bajado dos tercios, se da al enfermo un vaso regular de la decoccion, o fria, o un poco tibia. Cosa maravillosa, jamas ha dejado de obrar su efecto, y con tanta prontitud, que no ha pasado un cuarto de hora que no haya desprendido, aunque con grandes dolores, la postema, y precipitádola por el curso. Síguesele dando por algunos dias de la dicha decoccion para cicatrizar la herida, e impedir que se forme otra de nuevo. Siendo ya conocida por algunos españoles, se puede esperar que su apreciable virtud haga que ella sea tambien uno de los ramos de comercio activo de aquel Reino, con los otros de la América y de la Europa, y aun de todo el mundo.

Lo mismo se puede esperar de una planta parásita, que llaman arguenita, porque se le ha hallado que su raiz es un poderoso antídoto contra el mal de piedra: tomada su decoccion, rompe la piedra hasta reducirla a arenas, con lo que se facilita su expulsion. Es cosa que, probada en Chile, se ha verificado este mismo efecto, en una persona respetable de Bolonia, la que despues de haber pasado una vez por mano de los cirujanos, volviéndose a sentir aquejada del mismo mal, y no permitiendo su avanzada edad, volver a la dolorosa y peligrosa operacion, con dicha decoccion goza hoy dia de alivio grande en esta especie de enfermedad.

La pichoa, el chiuchiu, el guilino, excelentes purgantes; el diuca-lahuen uno de los mejores vulnerarios; el sandialahuen, remedio instantáneo. para expeler los humores; el corecore, utilísimo en los dolores de dientes; y el nelhue, muy bueno para purificar la sangre, lo ha difusamente descrito el señor Feuillée, y aun ha dado por tablas perfectísimamente su figura, lo que me da ocasion de dispensarme de entrar en su descripcion.

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