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7.o En 26 de agosto de 1463 se hallaban en junta general de Guernica tres comisionados por el rey para entender en asuntos pertenecientes á la legislacion y gobierno del país, de acuerdo con el capitan Lope de Mendoza, corregidor de Vizcaya. Estos diputados eran el doctor Fernan Gonzalez de Toledo y los licenciados Pedro Alfonso de Valdivieso y Juan García de Santo Domingo, ministros todos tres del Consejo, y este último el que se hallaba de corregidor en 1452, que aquí se dieron nuevamente por buenas, y últimamente se remata copiando las que recogieron, ordenaron y concertaron de nuevo dichos comisionados reales, el corregidor y los diputados de la tierra llana del señorío, y los procuradores de la ciudad y villas con otros oficiales de la hermandad, mandándose guardar todo á instancia de los naturales.

Los privilegios confirmatorios de los fueros de Vizcaya, hechos por la Reina Católica, siendo todavía princesa de Castilla, en Aranda á 14 de octubre de 1473, y por el rey D. Fernando en Santa María de Guernica á 30 de julio de 1476, que se hallan estampados á continuacion del fuero impreso en 1226, no recayeron sobre este, que fué posterior á ellos, sino sobre la legislacion que corria en Vizcaya al tiempo que se espidieron, y eran los fueros que acabamos de referir, por cuya causa no estan colocados en lugar correspondiente. Henao, tomo I, página 363, número 7, dice que no halla instrumento de la jura que la Reina Católica hizo en 1473; pero lo tenemos en el resúmen de las escrituras que se presentaron en el ruidoso pleito entre el señorío y sus villas sobre el modo de titularse aquel, impreso en Bilbao por Antonio Zafra, año 1704, fol. 3 B. 9.o

8. Las ordenanzas que dió el licenciado García Lopez de Chinchilla, ministro del Consejo, á las villas del señorío en 22 de junio de 1487, confirmadas y asignadas por ley á las mismas villas y á la tierra llana en Medina del Camро á 24 de marzo de 1489. Estas ordenanzas suponen que el referido licenciado Chinchilla se hallaba en Vizcaya para reformar varias libertades y fueros hechos desde el año 1483, en que escribe Fernando del Purgal que la reina entró en el condado de Vizcaya, fué à la villá de Bilbao, y mandó ejecutar la justicia en algunos malhechores.

Los ordenamientos dados en esta ocasion para aquietar á aquellos naturales, y que se mencionan en dichas orde

nanzas, deben formar un cuerpo de legislacion vizcaina con ellas, correspondiente á estos tiempos. La historia de esta obra, en que tanto se limitan los fueros vizcainos, la refiere exactamente Antonio de Nebrija en la Crónica de los Reyes Católicos, impresa en Valladolid, año 1565.

9. Las leyes que tienen por titulo Reformacion de algunas leyes del fuero á insinuacion y proposicion del caballero corregidor en junta general de 11 de febrero

de 1506.

En efecto, en este dia el corregidor Cristóbal Vazquez de Acuña hizo presente á los naturales la mala inteligencia que se daba á algunas leyes del fuero vizcaino, y porque en aquel numeroso concurso no se podia deliberar sobre ellas, nombraron diputados que, en compañía del corregidor, tratasen del asunto, obligándose á cumplir lo que acordasen. Conferenciada la materia en la villa de Bilbao, promulgaron en 28 de dicho mes de febrero oncé leyes muy justas y razonables, declarando otros tantos puntos indecisos, mal espresados ó dignos de reforma, que habia en el fuero.

Esta reformacion se puso original en el archivo general del señorío, á continuacion del fuero de 1452, como aumento de él, y sobre ella recae la confirmacion de fueros hecha por la reina doña Juana en Búrgos á 3 de abril de 1512, que se ha estampado malamente á continuacion del fuero impreso de 1526. Lo mismo decimos de la que, en nombre del emperador D. Cárlos, hicieron los gobernadores del reino en Búrgos á 17 de febrero de 1521, y publicó Hernao, tom. I, pág. 364.

10. La última pieza de la legislacion de Vizcaya es la coleccion de leyes ó fuero citado de 1526, que corre impresa en manos de todos, y cuya edicion se ha repartido varias veces. Fuera de estos documentos, no hallamos que pueda alegarse otros fueros generales de Vizcaya, á favor de cuyos naturales hemos manifestado estas noticias curiosas.

Dia 2.

Varias veces hemos dicho que se conserva en el archivo de la ciudad de Barcelona un escrito por Gabriel Canellas, escribano del racional ó contaduría de aquella ciudad, que como testigo de vista y oidas iba apuntando cuanto sucedia en sus dias.

La realidad y simplicidad de sus relaciones le merecen todo crédito, y no hay duda que por este medio se ha conservado la memoria de muchos sucesos que ilustran la historia y no mencionaron los que escriben. Uno de ellos es la ida de la armada turca á Menorca, donde se avistó en el dia de hoy de 1558, conducida de los franceses con sus efectos, y la general consternacion que causó en Barcelona. El hecho se relaciona allí de este modo: Viernes 1.° de julio de 1558 compareció la armada turca delante de la ciudadilla de Menorca: eran 104 galeras, las cuatro de franceses, en que iba el embajador de Francia y además 30 galeras. Al punto desembarcaron y la sitiaron con 20 piezas de bronce de crugía que sacaron de las galeras.

Domingo á 10 de dicho mes, despues de haber resistido tres baterías que dispararon más de 6,000 tiros, fué tomada la mencionada villa y ciudadilla con seis banderas prisioneras, y habiendo muerto más de 10,000

turcos.

Martes 12 del mismo, despues de haber la referida armada saqueado y quemado la villa, guiada siempre por el citado embajador de Francia, partió de Menorca, y tomada la ruta para Francia, navegando por tramontana.

Miércoles 10 de agosto del espresado año, llegaron á Barcelona dos compañías de 250 hombres cada una, que envió para su socorro la ciudad de Zaragoza, luego que supo las nuevas de la armada turca. Eran capitanes de ellas Bernardo de Albarnela y Miguel Agustin de Anza, y coronel Pedro Carasa. Entraron en Valldoncella, donde se les sirvió un espléndido refresco por la ciudad. Desde alli pasaron por junto á la muralla hasta el puerto de Mos en Clariana, que era conseller en jefe del ayuntamiento. Venian vestidos con sayos de raso carmesí, forrados de terciopelo del mismo color, y con ellos muchos caballeros y ciudadanos. Antes que los referidos llegasen á la ciudad, salieron á recibirles mosen Pedro Zapila, caballero, y mosen Fernando Maimo, doncel, maestres de campo, comisionados para esto y otras cosas, y diéronles la bienvenida. Despues condujeron dichas compañías hácia Orta, y los capi tanes volvieron á la ciudad, á cuyo ayuntamiento presentó el coronel una carta de los jurados de Zaragoza, y les hizo un razonamiento declarando el deseo que tenia aquel reino de servir á esta ciudad, y cómo se disponia

nanzas, deben formar un cuerpo de legislacion vizcaina con ellas, correspondiente á estos tiempos. La historia de esta obra, en que tanto se limitan los fueros vizcainos, la refiere exactamente Antonio de Nebrija en la Crónica de los Reyes Católicos, impresa en Valladolid, año 1565.

9. Las leyes que tienen por titulo Reformacion de algunas leyes del fuero á insinuacion y proposicion del caballero corregidor en junta general dê lî de febrero de 1506.

En efecto, en este dia el corregidor Cristóbal Vazquez de Acuña hizo presente á los naturales la mala inteligencia que se daba á algunas leyes del fuero vizcaino, y porque en aquel numeroso concurso no se podia deliberar sobre ellas, nombraron diputados que, en compañía del corregidor, tratasen del asunto, obligándose á cumplir lo que acordasen. Conferenciada la materia en la villa de Bilbao, promulgaron en 28 de dicho mes de febrero oncé leyes muy justas y razonables, declarando otros tantos puntos indecisos, mal espresados ó dignos de reforma, que habia en el fuero.

Esta reformacion se puso original en el archivo general del señorío, á continuacion del fuero de 1452, como aumento de él, y sobre ella recae la confirmacion de fueros hecha por la reina doña Juana en Búrgos á 3 de abril de 1512, que se ha estampado malamente á continuacion del fuero impreso de 1526. Lo mismo decimos de la que, en nombre del emperador D. Cárlos, hicieron los gobernadores del reino en Búrgos á 17 de febrero de 1521, y publicó Hernao, tom. 1, pág. 364.

10. La última pieza de la legislacion de Vizcaya es la coleccion de leyes ó fuero citado de 1526, que corre impresa en manos de todos, y cuya edicion se ha repartido varias veces. Fuera de estos documentos, no hallamos que pueda alegarse otros fueros generales de Vizcaya, á favor de cuyos naturales hemos manifestado estas noticias curiosas.

Dia 2.

Varias veces hemos dicho que se conserva en el archivo de la ciudad de Barcelona un escrito por Gabriel Canellas, escribano del racional ó contaduría de aquella ciudad, que como testigo de vista y oidas iba apuntando cuanto sucedia en sus dias.

La realidad y simplicidad de sus relaciones le merecen todo crédito, y no hay duda que por este medio se ha conservado la memoria de muchos sucesos que ilustran la historia y no mencionaron los que escriben. Uno de ellos es la ida de la armada turca á Menorca, donde se avistó en el dia de hoy de 1558, conducida de los franceses con sus efectos, y la general consternacion que causó en Barcelona. El hecho se relaciona allí de este modo: Viernes 1.o de julio de 1558 compareció la armada turca delante de la ciudadilla de Menorca: eran 104 galeras, las cuatro de franceses, en que iba el embajador de Francia y además 30 galeras. Al punto desembarcaron y la sitiaron con 20 piezas de bronce de crugía que sacaron de las galeras.

Domingo á 10 de dicho mes, despues de haber resistido tres baterías que dispararon más de 6,000 tiros, fué tomada la mencionada villa y ciudadilla con seis banderas prisioneras, y habiendo muerto más de 10,000

turcos.

Martes 12 del mismo, despues de haber la referida armada saqueado y quemado la villa, guiada siempre por el citado embajador de Francia, partió de Menorca, y tomada la ruta para Francia, navegando por tramontana.

Miércoles 10 de agosto del espresado año, llegaron á Barcelona dos compañías de 250 hombres cada una, que envió para su socorro la ciudad de Zaragoza, luego que supo las nuevas de la armada turca. Eran capitanes de ellas Bernardo de Albarnela y Miguel Agustin de Anza, y coronel Pedro Carasa. Entraron en Valldoncella, donde se les sirvió un espléndido refresco por la ciudad. Desde alli pasaron por junto á la muralla hasta el puerto de Mos en Clariana, que era conseller en jefe del ayuntamiento. Venian vestidos con sayos de raso carmesí, forrados de terciopelo del mismo color, y con ellos muchos caballeros y ciudadanos. Antes que los referidos llegasen á la ciudad, salieron á recibirles mosen Pedro Zapila, caballero, y mosen Fernando Maimo, doncel, maestres de campo, comisionados para esto y otras cosas, y diéronles la bienvenida. Despues condujeron dichas compañías hácia Orta, y los capi tanes volvieron á la ciudad, a cuyo ayuntamiento presentó el coronel una carta de los jurados de Zaragoza, y les hizo un razonamiento declarando el deseo que tenia quel reino de servir á esta ciudad, y cómo se disponia

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