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Mendoza la misa, y el responso primero los restantes obispos de Sigüenza, Cuenca y Jaen. Veianse allí las principales notabilidades de Castilla, y los hombres de mayor influencia en aquel tiempo turbulento.

Dia 24.

Despues que el emperador Octaviano dió la paz al mundo, mandó publicar un edicto, en el que se ordenaba que todos los que estuvieran sometidos á su cetro se empadronasen cada uno en la ciudad donde residia el cabeza de familia, y de donde cada individuo traia orígen. Dícese que con esta soberana resolucion pretendia aquel poderoso monarca formar una estadística general, y saber con seguridad con qué número de combatientes podia contar para las eventualidades de la guerra, si ésta hubiera de provocarse un dia: otros autores opinan que el objeto del emperador era el de imponer una contribucion estraordinaria sobre las fortunas y las medianías, porque sus tesoros se habian resentido con las contínuas exacciones que le ocasionaron las marchas y contramarchas de sus numerosos ejércitos, y las frecuentes y famosas campañas que tuvo.

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En este dia del año 1584 nació en la ciudad de Graz, metrópoli de Styria, la serenísima señora doña Margarita de Austria, hija del archiduque Cárlos, segundo vastago del emperador D. Fernando, hermano de Cárlos I. Fué su madre la archiduquesa María, hija del duque Alberto de Baviera, felicísimo origen de emperad res y reyes que por muchos siglos señorearon la mayor parte del orbe. A la edad competente, Felipe II de España la escogió por esposa del príncipe su hijo; pero murió ántes de conocerJa. Partió Margarita de Graz, para casarse con Felipe III, con la reina su madre á Ferrara, donde la esperaba Cle

de el sitio que ocupaba se descubria mucho terreno en direccion del rio. Permaneció hasta los tiempos del emperador Cárlos I, en cuyo reinado, para reedificar el mencionado alcázar, dándole mayor estension, fué demolida, levantándose despues de nueva planta. Ayer, por equivocacion, pusimos parroquia de San Gil; debe entenderse de San Miguel de la Sagra.

mente VIII para desposarla, en nombre del rey, con el ar→ chiduque Alberto, que la acompañó hasta Valencia, donde se efectuaron las bodas con grande aparato y suntuosidad. Eutró con mucha ostentacion en las principales ciudades de estos reinos: conoció su opulencia, y el amor y lealtad que siempre han tenido á sus reyes. Cuando vino por primera vez á Madrid, hubo regocijos publicos, llamando la atencion el lujoso y sublime arco que levantó el ayuntamiento de nuestra villa en el sitio donde salió á recibir de ceremonia á la reina, que fué cerca del Caño de la Sierpe (1), subiendo allí Felipe III con su esposa la reina en un magnífico carro triunfal de sorprendente construccion.

Luégo que estuvo la reina en Madrid, visitó el real monasterio de las señoras religiosas Franciscas Descalzas, que fundó la serenísima princesa de Portugal, doňa Juana, hermana de Felipe II, regente y gobernadora que fué de estos reinos. Allí la estrechó entre sus reales brazos la Cesárea emperatriz María, viuda del emperador Maximiliano II, hermana del rey Felipe; la que habiendo con sus virtudes admirado á Alemania, retirada en èste santuario, cou una vida ejemplarísima se preparó para la muerte. Tambien halló en esta real casa á la infanta Sor Margarita de la Cruz, hija de la mencionada emperatriz María. Mucho debió España á la gran piedad de Margarita. Su augusto nombre mereció digna celebridad en Salamanca por la famosa fundacion del seminario conocido por trilingüe (2). La filantrópica Margarita, cuando así procuraba por el engrandecimiento de nuestros reinos, sólo contaba la edad de 25 años. Su temprana muerte cubrió de luto y de llanto á la nacion, dejando una memoria indeleble de sus virtudes.

En igual dia del año 656, la ilustrísima condesa Vantrudis, hermana de Adegundis, hija del conde Valberto y de la princesa Bertita, que habia nacido en Haynaut (Austria inferior), despues que se hubo separado de ella su esposo el conde Maltegurio, gran magn te de la corte del rey Dagoberto, para vivir en un monasterio, se en

(1) Origen de una calle de travesía en la de Toledo. (2) Esto es, para franceses, ingleses y alemanes; estuvo á cargo de la Compañía de Jesus.

cerró con sus dos hijas en otro convento, recibiendo el velo de manos del bendito Auberto, obispo de Cambray.

En el mismo dia del año 966, el rey D. Sancho I, por consejo de la reina doña Teresa, su madre, hizo venir al conde Fernan Gonzalez á las Córtes de Leon, quien llegó con algun recélo; y al punto de ir á besar la mano al monarca, le mandó poner preso en una torre, donde le trató con bastante rigor.

En el mencionado dia del año 1082, despues de haber juntado su ejército el moro Alfagio, hizo una entrada por Castilla, llegando hasta Medina del Campo, donde le salió al encuentro Alvar Yañez Minaya, deudo del Cid Campeador, de valor notable, quien dándole una batalla, le derrotó, poniendo al soberbio mahometano en vergonzosa fuga,

Tambien en el mismo dia del año 1124, el rey D. Alon so hizo ciertas donaciones á la iglesia de Segovia y á su prelado el obispo D. Pedro, por haber sido maestro de su hermana la infanta Doña Sancha,

Dia 25.

Hemos tocado en estos dias algunas de las circunstan cias relativas al modo con que en los siglos de la conquista se hacia el servicio militar por los hijos-dalgo y caballeros de Castilla, indicando que hubo tiempo en que el erario público les abonaba ciertas cantidades para pagar los sueldos de la gente de guerra que llevaban consigo á la campaña, á más de las mercedes en tierras del patrimonio real, que les concedia el monarca con el mismo fin. Estas mercedes traen su origen desde el mismo principio de las conquistas, siendo entonces como ordenanza militar y ley constitucional de la milicia castellana tener los nobles cierta parte de todo lo que se conquistaba, juntamente con el soberano, y á proporcion de las fuerzas que reunian al ejército bajo su mando, ó del servicio que hacian á la patria por sí solos. La parte prefijada en este repartimiento está muy vária en las primitivas leyes de Castilla; y áun parece que, pasado el siglo XI, dejó de usarse, sustituyéndose la libre voluntad de los monarcas, que premiaban estos serviclos conforme al mérito de cada uno.

En efecto, por este tiempo empezaron las mercedes que

llamaban de heredad, hechas á favor de los caudillos y capitanes que con sus vasallos ó gente asalariada iban á las huestes en que el rey asistia en persona. Llamábanse de heredad, porque todas estas mercedes estaban situadas en tierras labrantías, no durando más que la vida del congraciado, hasta que, habiéndose hecho hereditario el servicio militar, pasaba de padres á hijos, y adquirieron el nombre de mercedes de juro de heredad. La mucha franqueza y liberalidad de los reyes fué perpetuando estas mercedes, y equivocadas ó confundidas con otras que hacian por servicios particulares de diversa especie, ya en el siglo XV no se distinguian las que eran de diferente orígen. Todos estos donatarios de la coroņa pretendian á esta sazon que semejantes tierras eran exentas de todo tributo; y á la verdad no era así en su orígen. Ademas querian que tambien lo fuesen las personas que las cultivaban, y sobre ello D. Juan II oyó las quejas del reino en las Cortes de Valladolid de 1447; en vista de lo cual, publicó otra pragmática en este dia del año inmediato de 1448, en que se mandó que las mercedes situadas por juro de heredad de ningun modo se diesen por salvadas en los libros de los contadores mayores de rentas reales.

Aunque se hace difícil hallar escrituras reales, y mucho más de particulares, otorgadas en este dia de tanta solemnidad en la Iglesia Católica, para que podamos señalar en él algun hecho más de curiosidad, y notable en la historia de España, que hasta ahora no se haya conocido, podrémos, sin embargo, recordar la piadosa costumbre de nuestros antiguos reyes, que con ánimo devoto se recogian á celebrar la alegre memoria de nuestro Redentor en los monasterios más célebres de sus Estados, cuando no tenia su corte lugar fijo de residencia perpétua. Estos monasterios fueron en aquellos siglos como unos sitios reales de recreacion y recogimiento para los monarcas, y tambien para las personas de la primera distincion que imitando su ejemplo, daban con ello las pruebas más convincentes de su religion y piedad. Nuestra diplomática podria muy bien ilustrarse con novedad y ventajas, teniendo presente este solo punto de vista, pues nos descubriria una série de sitios reales que todavía no distinguimos perfectamente, dándonos á conocer documentos de singular atencion. Sirva de ejemplo el famoso monasterio de San Millan de la Cogulla, situado en la

provincia de la Rioja. En él vemos á los reyes atraidos por las solemnidades del culto, y asistir con los monjes á los oficios divinos durante la octava de la Natividad, derramandó á manos llenas gracias y mercedes á favor de este monasterio.

Entre los monarcas que le honraron con este motivo, se distingue D. Sancho el Mayor, rey de Navarra y de Aragon, célebre no ménos por sus conquistas que por su religiosidad. A la costumbre de visitar este monasterio por el tiempo de Navidad, le fué deudor de los más distinguidos favores, principalmente desde que en el año de 1067 concluyó su iglesia, y se hizo en ella, y á su presencia y da de su hijo D. García, la solemne traslacion del cuerpo de San Millan, que fué la segunda despues de haberse sacado de su sepultura, donde estuvo oculto 493 años.

En casi todos los restantes de su vida notamos haber repetido esta misma visita, la cual siguieron tambien los reyes de Castilla, sus sucesores, cuando pasó á su dominio la espresada provincia de la Rioja.

Don Alonso, el VI entre los reyes de Castilla de este nombre, y á quien con tanta razon apellidan Emperador constituido por Dios sobre todas las naciones de España, fué uno de los monarcas que más memoria dejaron de su beneficencia al monasterio de San Millan. Desde que entró á poseer la tierra de Nájera, muerto en Peñalen su primo el rey D. Sancho de Navarra, hijo de D. García, empezó á distinguirlo en su aficion, renovando á toda la Rioja las leyes municipales de que gozaban desde tiempo antiguo, con los privilegios que habian concedido sus reyes y señores.

A consecuencia fué llenando de beneficios á toda la provincia, pero con singularidad al espresado monasterio, donde se hallaba el dia 25 de diciembre de 1089; pues confirmó en él la gracia que en 25 de noviembre anterior le había concedido, exonerándole del tributo que su tio el rey D. García de Navarra le habia impuesto, para que le ayudase en la guerra con dos caballos y dos hombres.

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Contiene esta escritura la memoria de la batalla que dió este rey al caldeo Aviceph, el cual dice que habia venido con su ejército de Ultramar para destruir la tierra de los cristianos; y que habiéndole salido al encuentro con sus tropas, lo puso en fuga y le hizo retroceder en el lugar de Alazeth. Añade que, regresando de esta batalla, con

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