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el estudio general de Lérida, sin embargo de gozar las mismas exenciones y privilegios que el de Barcelona, habia obedecido prontamente la órden; y que, por último, estaba equivocado el cálculo de los pobres naturales del principado que ingresaban anualmente en dicho hospital, pues constaba de la relacion que el administrador habia dado, que desde enero de 1694 hasta setiembre de 1699, habian acudido como enfermos á este asilo 69 catalanes. En vista de todo, reiteró el soberano su real resolucion, mandando que la universidad de Barcelona verificase lo misino que las demas de España. En efecto, así se ejecutó.

La iglesia de este templo se abrió en 1.° de mayo de 1678; está dedicada á Nuestra Señora de Monserrat, y ademas se veneran en dos capillas las imágenes de la Virgen del Pilar y la de los Desamparados. En otra capilla hay un santo Crucifijo, y pertenece á los Excmos. señores marqueses de Cerralvo, y acerca de él hay una tradicion histórica ocurrida con el caballero Juan Antonio de Lujan, marqués de Almansa. Este templo tiene una espaciosa bóveda, en la que están sepultados el Ilmo. arzobispo de Méjico, último que tuvo España en aquel imperio; el obispo patriarca Sr. Posadas, y el Sr. Torres y Amat, obispo de Astorga; el prócer D. Diego Clemencin, y el consejero camarista D. Teótimo Escudero. Tambien están en ella depositados los huesos de los españoles fusilados en el patio del Buen-Suceso el dia 2 de mayo de 1808, y que con motivo de la demolicion de esta casa han sido allí trasladados.

Dia 18.

En las Córtes celebradas en Sevilla en 1337, por convocatoria del rey D. Alonso XI, son muy notables, entre otros, los asuntos que se discutieron en la sesion de este dia, y de cuyos pormenores tratan poco los historiadores. Pero segun los ordenamientos, consta que el monarca respondió á las peticiones particulares que le presentó la ciudad de Búrgos por medio de sus procuradores Rui y Alonso Perez. En ellas le hicieron presente los muchos escesos que se cometian cuando se celebraba concejo por los vecinos; haciendo ver por esta relacion, que si se tenian dentro de la ciudad, el lugar era regu

larmente la iglesia de Santa María la Mayor; y cuando se juntaba el pueblo con los vecinos de los lugares cercanos, se celebraba concejo en la Torre de la Puente. Adviértase que no estaba prohibido al pueblo concurrir con cuchillo ó espada, por no ser armas vedadas; pero para contenerlo se publicaron por real órden varias penas proporcionadas á las clases de delito, en vista de lo espuesto por la ciudad.

A instancia de las mismas declaró el rey que á ningun huérfano se hiciera entrega de bienes hasta cumplir veinte años, en lugar de los diez y seis que prevenia el Fuero burgalés. Tambien se derogó la ley municipal de poner presa á la mujer por deuda del marido, no teniendo bienes de que pagar; y generalmente se mandó que á ninguno se encarcelase por deuda, si ésta no llegaba á 20 mrs. de la moneda que corria entónces, haciendo 10 dineros 1 maravedí.

Estas leyes, particulares para Búrgos, se insertaron despues en una carta real escrita en pergamino, firmada por el rey en 25 del mismo mes de noviembre, de la cual pendia el sello real de plomo, con espresion de ser librada por los de su alto Consejo. En efecto, las firmas de los consejeros eran de Fernando Perez Abad de Arvas, Juan de Cabrera y Fernando Ruiz; y la del escribano de cámara, de Pedro Fernandez. Por lo que se demuestra que los burgaleses exigieron toda la solemnidad posible, para dar á estas leyes el debido valor y fuerza.

En igual dia del año 1414, hallándose la corte en Avila, se ajustaron y pregonaron las famosas treguas de 29 años con el rey de Portugal; cuyo acontecimiento se celebró con procesiones, fiestas y juegos públicos, y nua gran justa en que el mantenedor, Fernando de Castro, embajador del rey D. Juan II, fué desarzonado con grave riesgo de la vida.

En el mencionado dia del año 999, fueron trasladados á la ciudad de Leon los reales restos de Bermudo II, llamado el Berito, que falleció en Villabuena del Vierzo, colocándolos en la iglesia de San Juan Bautista, en donde existen (acaso hoy todavía) con los de sus esposas Velasquita y Elvira.

En el mismo dia del año 1532, con motivo de las obras que se hicieron en la catedral de Palencia, hubo necesidad de abrir el sepulcro de la princesa doña Urraca, hija

bastarda de D. Fernando II, rey de Leon, hallándose incorrupto y fresco su cadáver, despues de 384 años que hacia estaba sepultado.

Dia 19.

En este dia del año 1337, estando D. Alonso el XI celebrando Córtes en Sevilla, rubricó cincuenta y siete leyes peculiares y privativas para aquella ciudad, formando de todas el ordenamiento ó código que, por haber sido el mas antiguo de los que recibió de este rey, le ha dado siempre el nombre de primero, como lo es verdaderamente en el órden con respecto á otros, hasta el número de cinco, que conserva en su archivo, de este mismo monarca. En la primera parte, que concluia en la ley 13, se proponia el método que el rey juzgó conveniente para aumentar en aquella frontera el número de los hombres de á caballo prontos para servir en la guerra; siendo las demas leyes relativas á especificar las obligaciones de los alcaldes, alguaciles y veinte y cuatros en el ejercicio de sus empleos públicos, para que se cortasen las desavenencias y abusos que habian resultado de no observarse ciertas ordenanzas que este soberano dirigió á la ciudad en el principio de su reinado. La segunda parte comprendia 24 leyes, casi todas de la clase llamada sun tuarias, pues esplicaban el vestido que podian usar los vecinos, segun su calidad; los gastos que podian permitirse en bodas, en bautismos y en entierros, hasta determinar los dotes conforme á la distincion de las personas, y las ofrendas para la Iglesia en los funerales y bateos, cuyos particulares habian llegado á ser de fáusto y lujo indiscreto. Concluíase con algunas providencias, prescribiéndose las ropas que sólo era lícito que usasen las mujeres públicas, las concubinas y los moros.

En todo este relato hállanse noticias apreciables y curiosas para conocer nuestras costumbres antiguas, nuestro lujo, y áun el estado de las artes en los reinos de Castilla.

La 3.a parte de este ordenamiento se dirigia principalmente al buen gobierno de la ciudad, y á la administracion de justicia en las causas civiles y criminales: notándose que á los dias feriados de audiencia pública prevenidos en el fuero de Sevilla, se añadian sólo las fes

tividades de la Vírgen, San Juan Bautista, Santiago, San Pedro, y San Clemente, en cuyo dia conquistó la ciudad el santo rey D. Fernando. Fijábase á lo último un arancel de los derechos pertenecientes á jueces y escribanos, encargándose á estos que hiciesen las escrituras de letra bien metida, cobrando á razon de seis dineros de la moneda de aquel tiempo por tira. El cuaderno de estas leyes lo escribió Pedro Fernandez de la Cámara, y sellado con el sello real de plomo, entregóse á Sevilla en el último dia de noviembre de aquel año.

En este dia del año 1611 fué hallada en las bóvedas del convento de Franciscos del Monte, á cuatro leguas de Sevilla, la momia del caballero Martin Tabora, portugués y maestre-sala de la Reina Católica, del cual se refiere que, llamando á la puerta de la régia estancia de S. M., y preguntando una dama que quién era, dijo: El que trae de comer á quien no se lo da; y como respondiese la dama: Anda, que dároslo han, el maestre-sala contestó: Corpo de Deus, dármelo han cuando no tenga dentes para comerlo; y como la reina Isabel se apercibiese de ello, mandó á la dama que le dijese dónde queria cien mil maravedises, y él dijo que en el cornado (1) del aceite de Sevilla, y así se lo dieron. Por lo que el agradecido portugués gastó luto de jerga todos los dias de su vida desde que murió la reina; y en su testamento mandó que lo sepultasen en el mencionado convento. Este caballero fué el que hizo la fuente que llamaron de Martin de Tabora, junto al postigo del alcázar de Sevilla.

Dia 20.

En este dia del año 875, fundó el rey D. Alonso III el real monasterio de San Benito de Sahagun, que los

(1) Era el nombre que se daba á la parte que el rey cobraba de los derechos devengados por la entrada del aceite en Sevilla, el cual se llamo tambien maravedí, real, y áun así se conoció por mucho tiempo despues en varios pueblos: tomábase, como éste, de la moneda llamada cornada, que habia sido en los tiempos anteriores á los Reyes Católicos la mas baja de todas. Así lo espresan Cantos Benitez en el Escrutinio de las monedas, y Fr. Liciniano Saez en el Apéndice à la Crónica de D. Juan II.

reyes sus sucesores enriquecieron con pingues donaciones. Ambrosio de Morales escribe en sus Viajes que esta casa poseia preciosas dádivas, y muy señaladamente de D. Alonso VI, que la engrandeció á porfía, eligiendo en ella un sepulcro régio. Efectivamente, en medio de la capilla mayor de su magnífico templo estaba enterrado este piadoso monarca en una magnífica sepultura. Oigamos la descripcion de su tumba suntuosa: «Sobre leones grandes de alabastro se elevaba una urna ó arca funeraria de mármol blanco, de ocho piés de largo, cuatro de ancho y alto, cuyo cobertor era lano y liso, Tormado de una pizarra negra. Sobre ella tenia con madera hecha representacion de un grandioso túmulo, que de ordinario se cubria con un sublime tapiz tejido en Flandes para este fúnebre objeto, de buena estofa y dibujo sobrecargado de seda.

En lo que cubria lo llano mas alto de la tumba, figuraba el rey armado y coronado; y en los lados, en buenos festones, armas de Castilla y Leon, y en el testero de la cabecera se veia un Crucifijo, y así en lo demas otras imágenes. En las fiestas principales le echaban encima los monjes un rico dosel de brocado.

Así aparecia el sepulcro del genio conquistador de Madrid, y á quien rinden tan merecidos elogios nuestros historiadores. Nada podemos decir acerca del estado actual de este notable sepulcro, despues que la revolucion ha destruido tantas preciosidades artísticas, que acaso, como dijo un autor modernu, dentro de poco no se hallarán sin gran trabajo y detenida consulta vestigios de muchas antigüedades respetables. Por conclusion, hasta nuestros tiempos á nadie se permitia oir misa dentro de la capilla mayor del monasterio de Sahagun, sino á las personas reales, con esclusion de la misma servidumbre.

En esta casa monástica residia el general de la congregacion benedictina de Valladolid, el cual era reputado como un rico y poderoso señor eclesiástico, con usos pontificales, dominio y autoridad sobre todos los monacales Benitos de España. Esta especie de dignidad feudal la obtuvieron, entre otros varones famosos, el historiador Yepes, el crítico Feijóo, el ilustrado Samaniego, el erudito Galloso, el filólogo Sarmiento, el bíblico Petite y el conocido continuador de la crónica, Alvito Evia.

El espíritu de pacificador que reinó siempre en el áni

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