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como lo manifestaba el escudo de armas, que, por reglas de proporcion, debia estar muy elevado; pero actualmente apenas se ve parte alguna del mencionado escudo, porque las arenas han cubierto los pilares, y mucha parte de este puente ha quedado cubierto con ripia para igualar el camino hasta mas arriba de la imposta de los arcos. Este primer perjuicio le viene de las muchas arenas que arrastra el rio sin cesar, desprendidas de las colinas y quebradas arenosas que hay á un lado y otro hasta mas arriba del Pardo; y como por una parte tiene el agua poquísimo descenso desde el soto llamado de Migas-Calientes hasta las praderas de San Isidro, y por otra en todo este distrito clavan dentro de su misma madre infinidad de estacas para formar baños cubiertos de estera, para barracas de las lavanderas, y para tendederos de ropa, estos embarazos, que regularmente se caen y pudren allí, detienen el curso de las arenas, y sube la madre del rio, de modo que con el tiempo casi se cegará la parte que ha quedado de puente, y será necesario desmontar los arcos, como dice D. Antonio Ponz (1).

rio. Este rio tiene su nacimiento al pie de una sierra que le da nombre, entre las villas de Navacerrada y Becerril, Corre con murmullo suave de Norte á Sur cerca de 13 leguas, sin omitir las sinuosidades, y pasa por Cereceda, término de Colmenar Viejo. Real Sitio del Pardo, Casa de Campo y avenidas de Madrid, desde el portillo de San Vicente hasta mas allá de la puerta de Toledo, Soto-Luzon Peralejos, la Torrecilla y Vaciamadrid. Aquí le recibe el Jarama.

(1) Los poetas del siglo pasado se burlaron de este rio, llamándole arroyo, comparando su mezquindad con la magnificencia del puente, y á esto pueden aludir los versos del capitan D. Miguel de Barrios, cuando dice en su descripcion universal de España:

«Resplandece entre todas dominante
como entre los planetas el dorado
Febo, Madrid con majestad triunfante,
de Toledo el rico arzobispado;
ilustra populosa el abundante
márgen del Manzanares celebrado,
dentro de la provincia carpentana
con la admirable puente segoviana.

Se empezó á construir otro puente denominado de Toledo, siendo corregidor de Madrid el Sr. D. Francisco Antonio de Salcedo y Aguirre, marqués de Vadillo, intendente general de esta villa, del consejo y cámara de Indias; viendo que los puentes que habia de madera en aquel sitio los arrancaban las corrientes del rio en las grandes avenidas, y que era necesario hacer uno para comodidad del público y de los ganados que venian de Andalucía y de Toledo, deterininó poner en ejecucion su obra, que concluyó en 4 de octubre de 1721, en cuyo dia principió á tener uso, paseándose el primero el marqués corregidor en su coche, con permiso del rey Felipe V.

Este puente se compone de nueve ojos. Sus pilares y arcos tienen grandeza y regularidad, porque allí no habia proporcion para que luciese el ingenio gótico-arábigo del maestro de obras; pero los remates de los pasamanos ó antepechos, los pabellones para las dos estátuas y las torrecillas que hay á la entrada y la salida, son el término hasta donde pudo llegar lo estravagante de la imaginacion. Las figuras que en él se ven son de San Isidro y de Santa María de la Cabeza.

El mismo marqués de Vadillo, deseoso de que las lavanderas y colonos de la ribera de Manzanares tuviesen un santuario donde oir misa, determinó fundar un santuario, como lo hizo, en la alameda nueva, colocando en él una imágen, á la que denominó Nuestra Señora del Puerto, trasladándola con solemne procesion que salió de la iglesia del Colegio Imperial, con asistencia del cabildo y del ayuntamiento.

Dotó esta ermita con las rentas necesarias para el culto y el sostenimiento de tres capellanes, dejando por patronos á su confesor el P. Agustin Castejon, de la Compañía de Jesus; á Fr. José Campuzano, mercedario calzado, para que hiciesen cumplir las memorias en union de su hijo y sucesor en el título. Y en lo sucesivo declaró por patronos perpétuos al guardian de San Francisco, al rector del Colegio Imperial y al ayuntamiento de nuestra villa, hoy único patrono.

El marqués falleció en 24 de junio de 1729, y está sepultado delante del presbiterio de esta ermita.

El edificio que sirve de capilla á Nuestra Señora es bastante bueno. Tiene tres retablos, pero el mayor es de poco gusto: la iglesia es de una sola nave, figuran lo cruz lati

na, con cuatro tribunas, y una gran verja de hierro que cierra la capilla. La fachada es regular, con dos torres y habitacion para los capellanes: la cúpula ocupa todo el ámbito del templo, y en la veleta se ve un ángel de hierro con una flecha en la mano. El pórtico está rodeado de barandillas sostenidas en grandes basas de piedra, aunque todo muy estropeado.

La imágen de la Vírgen está sentada sobre un trono de nubes, dando de mamar al niño, en significacion del epíteto de la Letanía Sancta Dei Genitrix, que equivale á Santa Madre que cria. El todo de la veneranda figura es bastante espresivo.

El agua de pie de la ermita tiene su orígen en la posesion de tierras labrantías acotadas antiguamente por el suprimido monasterio de San Gerónimo de esta córte, en las inmediaciones del convento que fué de San Bernardi no, corriendo su cañería entre el rio Manzanares y parque del real palacio; y con motivo del terraplen que se hizo desde la fuente nueva, titulada del Abanico (1), hasta el puente de Segovia para el nuevo camino y paseo de la Florida, se quebrantó dicha cañería y perdieron las aguas, por cuyo motivo no llegan á este santuario; y aunque lo procuraron haciendo los recursos convenientes, no se verificó por la imposibilidad y mucho coste que tenia una obra de tanta entidad, y solo se consiguió el permiso del ayuntamiento para que, en la escalera que se construyó frente á la ermita, se hiciesen tres piezas, alquiladas las cuales, sirviese su producto para el culto de la Vírgen.

En 1780 se habilitaron para habitaciones las oficinas bajas que rodean la ermita, sin detrimento de ella, de cuya obra se encargó el maestro D. Juan Duran, disponien. do seis cuartos separados, con su jardin, que daban de producto al santuario 2,244 rs. anuales.

En 8 de enero de 1784 empezó á ejercer las funciones de compatrono, como tal decano del Consejo y Cámara, protector de la real iglesia de San Isidro, el Ilmo. señor conde de Campomanes, quien desde luego notó que no se habia depositado el archivo en el camarin de la Virgen, co

(1) Llamada así por haber figurado un abanico en la piedra..

mo mandaba el fundador, y que, de consiguiente, los lítulos y papeles de pertenencia de las fincas, créditos Ꭹ efectos de ella andaban dispersos, y que otros se habian perdido. Con este motivo acordó S.I., con los demás RR. PP. compatronos, el que se formase el mencionado archivo en el camarin, en el sitio mas cómodo á este efecto, y que en él se recogiesen los títulos existentes y se formasen otros en lugar de los que se habian estraviado, y se pusieran con inventario formal en el citado archivo, lo cual se ejecutó por D. José Gonzalez de Castro, escribano del número y comisiones de esta villa.

No contento con esto el celoso conde de Campomanes, mandó recomponer la ermita y sacar el capital impuesto en los Gremios, y depositarlo en el Banco Nacional de San Cárlos, recogiendo veinte y una acciones de á 2,000 reales, transigiendo con los atrasos de las sisas, y poner corrientes las rentas en adelante; haciendo tambien formar una relacion histórica de esta fundacion y repartir un ejemplar á cada biblioteca, y lo mismo á las Academias, como se verificó, siendo administrador D. José Gonzalez de Castro.

Hasta aquí la sucinta relacion del santuario de Nuestra Señora del Puerto.

En este dia del año 1711 entró en Cataluña el duque de Vandoma al frente de las tropas españolas y francesas, en donde encontró que los contrarios habian evacuado la ciudad de Balaguer, donde dejó un destacamento bajo las órdenes del marqués de Arpajon, mariscal de campo francés, que forzó los castillos de Abrens, de Venasque y Castel-Leon, los que obligó á rendirse.

Estos eran puestos importantes, cuyas guarniciones fueron hechas prisioneras de guerra. El duque de Vandoma pasó hasta Calaf, donde estableció su cuartel general. El conde de Staremberg, que habia recibido socorros considerables por mar, se apostó en Prats del Rey, en un valle de los mas profundos é inaccesibles, en cuya estension corria un pequeño rio que separaba los dos ejércitos. Se cañoneó largo tiempo á los enemigos, con una pérdida considerable de parte de ellos antes que pudiesen responder, á falta de cañones; y luego que los recibieron, hizo menos efectos sobre el ejército de España, por la ventaja de la situacion en que estaba. Así quedaron los

dos ejércitos frente á frente durante muchos dias, padeciendo por falta de provisiones; pero el del archiduque sufrió mas considerablemente, lo que produjo una grande desercion.

Dia 9.

A los nueve meses de haber muerto el rey católico D. Fernando, despues que por fallecimiento de Felipe el Hermoso é incapacidad de la reina doña Juana volvió á gobernar los reinos de Castilla, vino á ellos su sucesor y nieto D. Cárlos, primero de este nombre en España y quinto en Alemania.

Hallábase á la sazon en los Paises-Bajos, donde se habia criado; y su embarque se verificó en 9 de setiembre de 1517, como consta de la carta circular dirigida á las ciudades de España, que tanto lo deseaban. Es digno de leerse el contesto de esta carta, que es del tenor siguiente:

«El rey. Como quiera que postreramente os hayamos >>mandado escribir, faciéndoos saber como que habiamos >>llegado á este puerto y esperábamos buen tiempo para >>embarcarnos, é tenemos entera certenidad que con >>vuestra aficion y amor natural os alegrareis de ello: he>>mos acordado enviaros á Pedro de Cabra, nuestro cria»do, llevador de esta, quien para vuestra consolacion y »alegría os haga saber como nos deja ya embarcado con >>toda nuestra armada para pasar á nuestros reinos con la >>>bendicion del Señor, segun que por él mas largamente >>lo sabreis. E sed ciertos que á nuestra llegada se enten»derá en todo lo que cumpliere al servicio de Dios y al >>bien público de esos reinos con la voluntad y amor que >>es de razon. Dada en la Nave Real á 9 de setiembre de >>1517.-Yo el rey.»

El viaje fué de solo diez dias, pues por otra igual carta de aviso á las mismas ciudades consta que llegó al puerto de Villaviciosa en Asturias en 19 del mismo mes, y decia así:

«El rey. Para vuestro contentamiento os facemos saber»que hoy dia de la data de esta, con la ayuda del Señor, >>habemos llegado á este puerto de Villaviciosa en Astu»rias. Proveed luego en las iglesias y monasterios de es>>la ciudad se hagan y den muchas gracias a Dios por ello.

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