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Allí habia un barrio en los primitivos tiempos, que dicen varios cronistas que fué de los muzárabes, y en él tenian su parroquia dedicada a San Ginés, mártir de Madrid, sobre cuyo santo hay algunas dudas en la historia; pero respetemos la tradicion. Ya hemos dicho tambien que habia entre esta parroquia y el monasterio un terreno arenoso con un grande arroyo ó barranco cubierto de zarzas, y enfrente unos caños, y además dos ó tres fuentes al pie de unos perales, y mas allá varias hileras de árboles que llegaban hasta la antigua bodega del monasterio, todo lo que da nombre á aquellas calles.

Cuando la conquista de Madrid, algun tiempo despues, dicen que D. Fr. Bernardo de Agen, arzobispo de Toledo, puso por titular de esta parroquia á San Ginés, mártir de Arlés, cuya fiesta se celebra en este dia, y parece mas propio, porque este santo era francés, paisano del arzobispo y de la reina doña Constanza, y usaba armas reales por haberla reedificado los reyes de Castilla.

La poblacion de los reinos de Castilla se componia en gran parte, por aquellos tiempos, de moros, judíos y otras gentes advenedizas. Muchos de los habitantes de Madrid lo eran ó traian su orígen de aquellas castas; y no obstante que viviesen en paz y aun hasta cierto punto en buenas relaciones con el resto del vecindario, no dejaban por eso de ser objeto de ciertos desmanes y persecuciones infundadas, á que alguna vez solian dar mas o menos fundado motivo. Por los años de 1354 fué robada la iglesia parroquial de San Ginés, quedando tan desmantelada en todos sentidos, que se hizo preciso acudir á la piedad de los feligreses para habilitar de nuevo el santuario y restablecer el culto. Atribuyóse á los moros y judíos aquel sacrilegio, que produjo grande escándalo; y no bastando las

habia una cruz que existió hasta hace poco, en memoria de los individuos de la sacramental de esta parroquia que murieron defendiendo á la reina doña Berenguela y á San Fernando, su hijo, de la faccion de los Laras, que tenian á ambos augustos personajes cercados en una quinta, donde hoy son las Descalzas Reales. Y en memoria del acontecimiento, la sacramental hacia todos los años un aniversario solemne, saliendo en procesion á cantar el responso al sitio donde estaba la cruz.

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limosnas que se recogieron, se impetró del papa Inocencio VI una bula, que dió en Aviñon, concediendo indulgencias á los fieles que contribuyesen para la reparacion de los daños causados. Escríbese que un presbítero llamado Juan Gonzalez y titulado capellan del rey D. Pedro el Justiciero ó Cruel, siendo tambien á la sazon del número de esta parroquia, fué quien se encargó de la demanda entre los feligreses, consiguiendo reunir considerables fondos..

Un caballero denominado D. Gomez Guillen compró y dotó la capilla mayor, en union de su esposa María Guillen, vecinos de esta villa, prévia la licencia del cardenal arzobispo de Toledo D. Pedro Gonzalez de Mendoza.

En el año de 1642 esta capilla se arruinó de repente, y para su reedificacion fué necesario derribar toda la iglesia, pasando el Santísimo al cuarto bajo de las casas del duque de Maqueda, que despues fueron del de Arcos, encargándose de levantar todo el edificio Diego de San Juan, devoto y rico feligrés, en que gastó 70,000 ducados, con tal ánimo y diligencia, que se concluyó la fábrica en tres años, colocándose el Santísimo en 25 de julio de 1645. Se hizo de tres naves, capaz, fuerte y hermosa, y aunque se levantó de planta, no se llegó á las capillas, que estaban enriquecidas de privilegios y gracias.

El órden que guarda este templo es el dórico sencillo en forma de cruz latina. El altar antiguo era, como dice Ponz, un depósito de pino, cuyas enormes columnas sentaban sobre unos ángeles dorados, pero de mala talla. El. cuadro del medio, que representaba á San Ginés, era muy bueno: le pintó Francisco Rizi, retocándole despues Do

noso.

La capilla que hay á los pies de la iglesia, donde se veneraba la imágen de Nuestra Señora de los Remedios, tan célebre por el espantoso lagarto que habia en ella, estaba pintada su bóveda por el artista Francisco Ignacio Ruiz, retocándola despues Palomino; y los dos cuadros que en la misma se veian, eran del famoso Claudio Coello.

En la capilla de la Virgen de la Cabeza, llamada así porque dicen que se vió arrojada en ella la de un devoto de esta imágen degollado por los moros, habia pinturas escelentes de Antonio Castrejon.

La espresada imágen se refiere que existia en tiempos

de San Isidro, y que cuando trabajaba en abrir el pozo en la casa de la venerable Nusta (1), la visitaba diariamente. En la misma capilla está sepultada la señora condesa de Campomanes, esposa del ilustre magistrado de este título, presidente de Castilla.

Este templo y su sacristía tenian una rica coleccion de pinturas de Carreño, de Pedro Ruiz Gonzalez, de Antonio Arias y de Alonso Cano, con muchas copias del Españoleto y de la escuela de Bartolomé Carducho. En el incendio que hubo hace algunos años, perecieron la mayor parte de estos cuadros y el del altar mayor, y entre otras imágenes la de Nuestra Señora de los Remedios; y fué lástima, porque era de las aparecidas y muy histórica.

Hay otra capilla en esta iglesia, llamada de Barrionuevo, que contribuyó para fundarla el capellan del rey D. Pedro, de quien ya hemos hablado, y así constaba de un letrero que en ella había, y decia así:

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Ayudó para facer esta obra Juan Gonzalez, capellan del rey D. Pedro, el cual era á la sazon capellan en esta iglesia.

En la capilla mencionada hay una imágen de Cristo crucificado, de mucha veneración y antigüedad, y en ella está el panteon de los marqueses de Cusano. Se ve en la misma una estátua de bronce pintada de blanco, arrodillada sobre un almohadon, con las manos juntas en ademan de orar, y en el rótulo se lee:

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Regem cui omnia vivunt.

Aquí yaze García de Barrionuevo de Peralta, caballero del hábito de Santiago, señor de las villas de Fuentes y Valdelaz, que con sus virtudes correspondió á la nobleza de su linaje. Fué modesto, templado, amable, liberal con los vivos, piadoso con los muertos, amparo de pobres y

تورية

(1) Donde hoy son los baños de San Isidro, calle Mayor.

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necesitados. Murió en paz, lleno de dias y de buenas obras, de edad de XCIII años, á los XIX del mes de febrero año MDCXIII. Don Gerónimo de Barrionuevo de Peralta con agradecimiento y tristeza lo hizo poner á la buena memoria de su padre querido (1).

Tambien estaba sepultado en esta parroquia el venerable Alonso Ruiz, beneficiado de ella, que dejó su hacienda á la Iglesia y á los pobres.

Capilla del Santisimo Cristo de la Bóveda.

Uno de los santuarios de mas devocion en Madrid es este Santísimo Crucifijo, y el que habia anteriormente gozaba de mucha antigüedad, y solo se sabia que en el reinado de D. Pedro de Castilla ya estaba colocado, y que entonces se renovó su capilla, y que despues se volvió á renovar en 1656, y que, con grande aparato de octava y procesion solemne se puso en el altar la imágen, de lo cual escribió una relacion D. Isidoro de Angulo y Velasco, caballero del órden de Santiago, del consejo de Italia y secretario de la reina doña Mariana de Austria, madre del rey D. Cárlos II. Dice Ponz, que á pesar de la devo

(1) Don García de Barrionuevo de Peralta nació en Madrid, fué piadoso y gran limosnero, verdadero padre de los pobres. Favoreció con sufragios á los finados, pues consta en un libro haber mandado decir por ellos 340,000 misas (servicio raro): premióle Dios prosperándole la vida y multiplicándole la hacienda y la honra de sus hijos, y en darle una buena muerte: los pobres lloraron por muchos dias á su bien hechor. Tenia este honrado caballero sus jardines en el paseo de los álamos (Plazuela de los Mostenses), y eran aquellos vergeles tan deliciosos y grandes, que el rosal cogia la calle que lleva su nombre, y tanta la diversidad de flores, que estaban unas en el terraplen donde hoy es la calle de la Flor Baja, y las que estaban en una especie de montecillo ó jardin alto, dan el nombre á otra calle, llamándola de la Flor Alta; habia además otro cármen que este caballero cultivaba por sí, y era bellísimo: por eso se llama la Flor de Peralta, nombre asimismo de otra. En la espresada posesión ha

cion continuada del Santísimo Cristo, era una de las imagenes peor ejecutadas que habia en Madrid, y lo cierto que la visita eclesiástica dió tres autos para quitarla de la veneración pública, quemándose, por último, en medio de la espresada capilla, cuyas cenizas, encerradas en un cofrecito, fueron sepultadas en la bóveda, poniéndose en su lugar la preciosa imágen que hoy se ve, hecha por un

escelente escultor.

En el altar colateral del lado de la Epístola hay una escelente pintura de Alonso Cano, que representa al Señor sentado en el Calvario, mientras los soldados preparaban la cruz para clavarle: es una pintura de las mas espresivas y de lo mejor que se ve de tan aventajado artista. La costeó la ilustre señora doña María Manuela Ladron de Guevara y Guzman, que está enterrada delante de este "altar.

En el colateral del lado del Evangelio se ve una mediana pintura del descendimiento de la cruz.

El altar principal es de mármol casi negro; y aunque en la forma no tenga elegancia alguna, tampoco hay en él ojarasca ni despropósitos.

Los colaterales solo tienen marco con guarnicion de bronce. En todos tres altares hay algunas figuritas de án

bia multitud de manzanas, y la calle que ocupa aquel terreno lleva su nombre, como le conserva el sitio donde estaba la Parada del Molino, tan célebre en los pleitos que trajo Segovia con Madrid sobre la posesion del Real de Manzanares. Y como este caballero concurria allí con frecuencia, los pobres y miserables le esperaban á su salida, que era por una puerta que habia frente á una fuente o caño, para que les diese limosna, como lo hacia con grande amor y caridad, acompañado de su hijo. Y eran tantos los pordioseros que concurrian cotidianamente, que ocupaban todo aquel sitio; y como se sentaban al pie del caño á limpiarse de su miseria, denominaron despues á la fuente con el apodo del Piojo, nombre que hasta hoy tiene vulgarmente. Despues adquirió todas aquellas. posesiones el conde de Miranda, y fundó en ellas el convento de San Norberto, de canónigos reglares premostratenses.

En el panteon de la capilla de que tratamos ́ estan sé

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