el rey donador D. Alonso VI el que conquistó á Toledo, sino su nieto D. Alonso VII, porque su abuelo siempre la poseyó: Alcala vetus in collibus posita, capta est á domino Bernardo. Retinuit sibi oppidum forte. Rex Adephonsus Nepos ejus, Eclesiae Toletanae donavit. Y añade que no gozó el arzobispo D. Fr. Bernardo del señorío de Alcalá la Vieja, sino el arzobispo D. Fr. Raimundo, su sucesor, á quien hizo donacion de todo esto el mencionado rey D. Alonso VII. Dos años despues dió D. Fr. Raimundo principio á la fundacion de Alcalá de Henares, en el año de 1234, sin contar otra antigüedad la villa, despues de la ruina de Compluto, que el mismo Nuñez de Castro opina que fué Guadalajara, y con él otros autores; sin que por esto sufra menoscabo en sus glorias la insigne Alcalá de Henares, ni su iglesia magistral, única de este título en España, pues solo por sus fundadores es digna de eternizarse en los anales de la fama: el primero fué D. Alonso Carrillo, prelado eminente en literatura, arzobispo de Toledo trescientos años despues de edificada. la villa: engrandeció su iglesia parroquial, que don fray Raimundo habia hecho construir, elevándola á la categoría de magistral por bula especial del papa Sisto IV, dotando en ella veintiseis prebendados, un abad mayor, seis dignidades, doce canónigos y siete racioneros. Veinticinco años despues, el eminentísimo cardenal D. Fr. Francisco Ximenez de Cisneros acrecentó las canongías y raciones en mayor número que el de diez y ocho canónigos y doce racioneros, con la circunstancia que las dignidades y canónigos habian de ser graduados de doctores en la facultad de sagrada teología ó cánones por la misma universidad de Alcalá, y los racioneros, de maestros en artes, y que se observase rigurosa antigüedad en la escala para el ascenso.

Otro lustre grande tiene Alcalá, el cual no se le eclipsa aunque no se tenga por la ciudad complutense: este es el haber sido regado su suelo cop la sangre de los esforzados niños cuya fiesta hoy se solemniza, y cuya memoria augusta motiva hoy estas líneas.

Breve descripcion de la iglesia magistral.

La iglesia magistral es bastante grande, fabricada segun la usanza gótica y con alguna semejanza á la santa primada iglesia de Toledo, cuya idea se propuso el carde

nal Cisneros al mandarla reedificar. Las rejas del altar mayor tienen mucho artificio, y en ellas se advierte un letrero en que se lee: «Maestro Juan Francés, maestro mayor de las armas de fierro en España.» El coro participa del mismo gusto gótico, y se compone de un trabajo minucioso trepado con columnitas, torrecillas, doseles y otros adornos caprichosos. El mismo estilo guardó el arquitecto al construir el retablo principal, detrás del cual está, como hemos dicho, la tumba gloriosa de los ínclitos mártires y la piedra donde es tradicion puso la mano el muchacho Pastor al ser degollado.

Las pinturas mas célebres que hay en esta magistral son del artista Eugenio Caxés; representan varios pasos de la pasion de Cristo; tienen verdad y fuerza de claro y oscuro. En otra capilla se colocó el famoso cuadro de San Gerónimo, firmado de este modo: Vicentius Carducho hic vitam non opus finiit 1638; de donde se deduce que, ejecutando esta escelente pintura, le sorprendió la muerte á este eminente artífice. Tambien se regalaron, ó costeó este cabildo, otros de buenos autores que siguieron la escuela del mencionado autor. Y en la sala capitular se custodiaban, y acaso todavía, otras de Alonso de Arco. La pintura que figura la decapitacion de los dos niños, pertenece á la escuela sevillana y es de Juan de Sevilla.

Hoy el personal de esta insigne magistral es tan redu cido, que apenas se ven trages corales ni el suficiente número de ministros para el culto divino.

Iglesia parroquial de San Justo y Pastor en Madrid.

Como no se tiene noticia de la fundacion de esta parroquia por su mucha antigüedad, hoy, dia de sus titulares, vamos á tratar rápidamente de ella.

Su orígen se ignora; pero su renovacion se atribuye á la época de los reyes de Castilla en el siglo décimo

En el reinado de Fernando V y de doña Isabel la Católica estaba incluida en la muralla entre seis torres fortísimas, cuya planta circuia desde la puerta de la Vega por detrás de las casas del marqués de Pobar, á la calle nueva de Segovia por detrás de la iglesia de San Andrés; á Puerta de Moros; á la Cava baja (denominada tambien de San Francisco); á la Puerta Cerrada; á la caIle de Cuchilleros; á la plaza de San Miguel; á la puerta

de Guadalajara; á la calle del Espejo; á los llamados Caños del Peral; á la puerta del Diablo ó de Balnadú, cerca de la casa del Tesoro; á Palacio.

La antigua fábrica de la iglesia de San Justo fué demolida en el siglo anterior, quitándose los escudos de armas reales que habia en su antiguo templo. En la misma habia varios sepulcros de nobles familias de esta villa: entre otros, veíase la tumba de los condes de Barajas; la de D. Juan Delgado, que firmó la espulsion de los árabes de España; la del licenciado Pedro Vaez; la de los sucesores de D. Fernando del Pulgar, cronista de los Reyes Católicos; la de los marqueses de Belmonte y otros personajes.

Cuando se derribó la mencionada iglesia, se quitaron los sepulcros, depositando los huesos que se encontraron en ella en una fosa ó tágea, y allí quedaron. Solo existen unos mausoleos de piedra, que creemos pertenecen á la ilustre estirpe de los duques de Orleans. El nuevo templo se labró con cuantiosas limosnas que dió el serenisimo infante cardenal D. Luis Antonio Jaime, arzobispo de Toledo.

La fachada es de figura convexa, con cuatro ornacinas con estátuas de piedra de Colmenar, que representan las cuatro virtudes teologales, ejecutadas por D. Roberto Michel; y lo demás, de escultura, de un profesor italiano, llamado Carranza. El bajo relieve sobre la puerta simboliza el sacrificio de los santos niños: mas arriba está el escudo de armas reales, y en el remate una cruz sostenida de dos ángeles, con las insignias del cardenal. Sobre cada lado de esta portada se alza una torre.

La forma curvilinea de la nave es ingrata, así como es incómoda la de la portada, que no se puede ver toda sin dar la vuelta alrededor: en lo interior goza de la misma figura: las pinturas al fresco sobre el altar mayor, las de las pechinas y de la cúpula son de D. Luis y D. Antonio Velazquez, y las de la bóveda del cuerpo de la iglesia, de un pintor italiano llamado Bartolomé Rusca. Poco hay notable en la decoracion arquitectónica de las pilastras y capiteles entre las capillas. Los altares eran de perspectiva; pero há pocos años un respetable párroco de la misma loś mandó hacer de estuco, siendo los primeros que se empezaron á usar de este género. Hay varias pinturas, además, de Pedro Ruiz Gonzalez y de Donoso.

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En la espaciosa bóveda que está debajo de la iglesia, estan sepultados los marqueses de San Juan de Piedras Alvas y otros sugetos esclarecidos, como tambien la esposa del rico comerciante Castillo, ejecutada en la Plaza Mayor de Madrid á fines del siglo pasado.

Hoy está reunida á esta parroquia la antigua de San Miguel de los Octoes.

Su actual cura es el doctor D. Florentino de Torres, caballero de la real y distinguida órden española de Cárlos III, cuya iglesia ganó por antigüedad y oposicion en el último concurso convocado en Toledo.

Dia 7.

La espedicion que hicieron á principios del siglo XI el conde de Barcelona D. Ramon Borrel y su hermano el conde de Urgel, D. Armengol, contra los moros, procurando vengar las injurias y destruccion que habian hecho en sus Estados, con llegar á desposeer del trono de Córdoba á su rey Mahomad, venciéndole en campal batalla cerca de aquella ciudad, se halla tan confusa en las his torias antiguas, que Zurita, hablando de ella en el cap. 3, lib. I de los Anales de Aragon, reconoce esta misma os-· curidad, dando á entender no estar bien seguro de cuanto de ella cuenta.

En efecto, por este motivo equivoca, no solo el año en que verdaderamente sucedió, sino tambien los principales efectos de esta famosa victoria. Habiendo visto copias de algunos documentos que se hallan originales en los archivos de Cataluña, hallamos en dos de ellos cláusulas para aclarar de algun modo estos hechos. El primero es de fecha de este dia 7 de agosto del año 1016 del rey Roberto de Francia, que corresponde al de 1012 de la era vulgar. Allí se relaciona, cómo habiendo prevalecido por muchos años la rabia de los sarracenos sobre las tierras de los cristianos, habian destruido infinitos castillos y entrado denodadamente en Córdoba, de donde espelieron á su rey y colocaron á otro que les habia pedido socorro; por lo cual tuvo en paz toda la tierra y se pudo reedificar todo lo destruido en las fronteras. Esta escritura está firmáda por el conde D. Ramon Borrel; lo que prueba que por este tiempo habia regresado á sus Estados, viviendo en ellos hasta fines del año 1017; pues en principios de

siguiente, consta por la historia de Ademando Lavanense, que copia Balucio, haberse levantado los sarracenos luego que supieron su muerte, y pedido auxilio á los normandos contra ellos su viuda doña Ermesendis. La otra escritura, que es una carta de cambio efectuada en 11 de las calendas de mayo del año 1013 por la viuda de un caballero llamado Guitardo, que se dice haber muerto en la espedicion de Córdoba, tambien refiere haberse estas emprendido por los referidos condes, notando que habia muerto en ella el de Urgel. Con estas premisas es evidente que la destronacion del rey de Córdoba se hizo por los condes Ramon y Armengol: que esta victoria se consiguió por los años de 1010, y que en la batalla solo murió el conde de Urgel. Así se aclaran algunas de las dudas que ofuscaron el buen ingenio de Zurita, no habiendo necesidad de confundir otras espediciones á Córdoba por los castellanos y leoneses, sucedidas en aquellos tiempos, con esta, particular y privativa de los condes de Barcelona y Urgel. Ultimamente, los documentos citados nos prueban que los nombres de Argomendon y Bermudo, que se leen en la historia general atribuida á D. Alonso el Sábio, y que acomodó Zurita á esta espedicion, deben corregirse en este supuesto, poniendo en su lugar los de Armengol y Ramon, que eran propios de aquellos condes, á los cuales dicha historia llama con mucha razon grandes señores.

Iglesia de San Cayetano.

Un caballero hijo-dalgo de nuestra coronada villa, llamado D. Diego de Vera, que vivia en la casa de su mayorazgo, calle del Oso (1), viendo que no habia templo alguno en aquel barrio, fundó un oratorio público en su misma casa, dedicándolo á San Marcos Evangelista, poniendo tambien en él una imágen de Nuestra Señora, con el título del Favor, por el que alcanzó de la Vírgen el mis ino caballéro.

En 1644, el padre D. Plácido Mirto, clérigo seglar teatino, estableció en la misma capilla casa para los hijos

(1) Denominada así por tener sobre la jamba de su puerta un oso de bajo relieve apoyado sobre su escudo de

armas.